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Coraje y simpatía son las claves de un buen vedeto

Tres jóvenes hablan de su labor en el espectáculo nocturno del Gran Concepción. Dicen que para desempeñarse en el área se debe tener mucha personalidad.
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Andrea Neguiman Pozo

Dicen que la mujer penquista es más expresiva. Que no se avergüenza de nada a la hora de pasar un buen rato junto a sus amigas. Eso bien lo saben bien Kein Molina, Diego Cea y Danilo Ceballos, quienes cada fin de semana participan en despedidas de solteras, shows discotequeros y en cuanta actividad nocturna requiera de su talento.

"Las mujeres en grupo se desinhiben. Les gusta reírse y disfrutar de lo que hacemos", explica Molina, quien hace más de seis años decidió renunciar a su trabajo en una recicladora para convertirse en uno de los más cotizados vedetos de la zona.

Para Diego Cea, su arribo al área siguió un camino similar. "Trabajaba como cajero en una empresa privada y me despidieron debido a la renovación de personal y eso perjudicó mi plan de financiamiento de la universidad", señala.

Por tal motivo, tuvo que buscar una nueva alternativa laboral rápidamente. "En el gimnasio me dieron la idea de ser stripper. La pensé un tiempo, hasta que me decidí (...) Empecé a reunir varios accesorios y ropa para bailar. Partí a principios del 2013 y mi debut lo realicé en una despedida de soltero, que creo fue en Chiguayante", comenta.

Desde ese momento, ambos han tenido buena racha en el ámbito artístico, es por esto, que ahora se dedican por completo a los eventos.

Distinto es el caso de Danilo Ceballos, quien de noche baila y anima, pero de día ejerce su amada profesión de enfermero, que nunca ha dejado de lado. "Siempre me ha gustado el espectáculo, en especial la danza. A los 15 años decidí participar en un team y desde ahí no he parado de trabajar en shows nocturnos. He sido bailarín de Camila Recabarren, Sandy Boquita, Adriana Barrientos, entre otros rostros de la televisión que han venido a presentarse a la zona", comenta con orgullo.

-¿Cómo es laburar de noche y también de día?

"Bastante cansador, pero igual es muy entretenido. Tengo que acomodar mis horarios en mi trabajo de día con mi trabajo en Club Amaia. La paso tan bien y soy tan feliz haciendo lo que me gusta que nunca he pensado en salir del mundo del espectáculo ni menos dejar mi pega normal (...) Incluso, ahora estoy estudiando Trabajo Social".

El SHOW

Los tres artistas se desempeñan de forma independiente, sin embargo, en ciertas ocasiones trabajan como equipo. En este sentido, Diego explica que es Danilo quien se encarga de organizar los eventos.

"Él nos llama y nos dice dónde y cuándo debemos estar listos para realizar nuestros shows", añade. "En las presentaciones hacemos tres pasadas, con bailes y disfraces distintos, como el de militar, por ejemplo, o de policía, de marino, ejecutivo, entre otros", explica Kein.

-¿Realizan desnudos?

"Depende de lo que pidan las personas que nos contratan, aunque yo no tengo problema en quedar sin ropa en una presentación".

-¿Sacan aplausos siempre, entonces?

"Nunca he tenido alguna queja por mi trabajo. Aunque no niego que he tenido ciertos problemas con alguna clienta que se pasó de copas y que busca otras cosas que no están dentro del acuerdo que se realizó".

En este sentido, los artistas explican que muchas personas creen que por trabajar de noche y en el medio artístico están dispuestos a todo y no es así. "La gente imagina que uno está metido en ciertas cosas como la prostitución y la droga. (...) Muchas veces he tenido que salir corriendo por la ventana, ya que aparecen parejas celosas que, incluso, han llegado con armas sólo por pensar mal", explica Cea.

"Es un trabajo como cualquier otro que se debe cuidar, porque son muchos los que intentan trabajar en este mundo, pero se requiere de mucho coraje y de una gran personalidad para continuar", enfatiza Danilo Ceballos.

"Trabajar de noche es bastante cansador, pero igual es muy entretenido"

Danilo Ceballos

Las anécdotas

Son varios los años que llevan siendo parte del espectáculo del Gran Concepción, tiempo en que han surgido varias anécdotas. Por ejemplo, Danilo Ceballos recuerda muy bien dos episodios que todavía lo ruborizan un poco. "Un día estaba bailando en una discoteque cuando un zapato voló al hacer una pirueta donde debía levantar mi pierna. En otra oportunidad, tuve que abrirme de piernas y mi pantalón se rajó por completo", señala el bailarín. En tanto, Kein Molina agrega que lo más curioso que a él le ha pasado es que una novia se desmayó al verlo salir a escena.