"Nadie creía en nosotros, ésta es una lección para todo el mundo"
Claudio Bravo se coronó como el mejor portero del torneo y destacó el trabajo del equipo.
En los 120 minutos de juego fue probablemente el jugador más determinante, pero el capitán chileno no se conformó. Fue, se paró bajo los tres palos y le detuvo el penal a Lucas Biglia. Dicen que para ser arquero hay que estar loco, tener una vida solitaria, y soportar que 11 rivales te quieran fusilar a pelotazos. Entonces Bravo se coronó como "el más loco" del torneo, ya que recibió el guante de oro, que lo consagra como el mejor arquero de la Copa América Centenario.
"Coronar esto de esta manera me llena de felicidad. Esto no es una revancha, me lo tomo con mesura", dijo el portero siempre poniendo la calma en el camarín de La Roja.
"Uno lucha por estas cosas, creo que vinimos con una ilusión tremenda. Nadie creía en nosotros, ésta una lección para todo el mundo, para que crea", agregó capitán de Chile antes de ir a celebrar con sus compañeros, a quienes también llenó de elogios. "Yo por lo menos me saco el sombrero ante mis compañeros", cerró el arquero.
unión de equipo
En conferencia de prensa, Juan Antonio Pizzi, destacó también la unión del equipo. El técnico de la Roja, quien salvó los porteros suplentes ocupó a todos los jugadores, afirmó que el comportamiento de los seleccionados ha sido "excepcional", después de casi 30 días con un régimen de concentración "muy riguroso y con muy poco tiempo de descanso".
"Nos deja muy contentos esa unión (de los jugadores), con la incorporación de nuevas figuras que creemos que es necesaria y saludable, un grupo con el que vamos a ir afianzando poco a poco", añadió.
Consultado por el papel del capitán Claudio Bravo, Pizzi afirmó que es "el gran referente del grupo".
Sobre la final que consagró campeón a Chile, sostuvo que "fue un partido muy parejo, similar a lo que acostumbran a jugar últimamente Chile y Argentina, y otra vez fuimos más certeros y pudimos ganar en los penales".