Las personas que ya están jubiladas o que pronto finalizarán su vida laboral, forman parte de una generación que, por una parte, contó con mucho menos oportunidades educacionales, pero que posee una ética laboral centrada en el esfuerzo, el sacrificio y la perseverancia. Asimismo son parte del cambio del sistema de pensiones, con el cual han visto o verán una importante disminución de sus ingresos. Este escenario implica que dejar de trabajar es un riesgo para su estabilidad tanto material como emocional.

Entonces, las alternativas que estas personas tienen están en la línea de mantenerse activos, tanto es así que más de la mitad de los adultos mayores de entre 60 y 70 años, que estando jubilados, han retomado el trabajo o bien nunca lo han dejado completamente. Muchos de ellos únicamente dejan de trabajar por problemas de salud.

Si un adulto mayor que ya está jubilado y que tiene un estado de salud que le permita cierta independencia, debe buscar alternativas para mantenerse activo. Especialmente debe practicar actividades físicas y de estimulación cognitiva.

Dentro de las más recomendadas, inicialmente, están aquellas que se realizaron previamente. Eso con el objetivo de sentirse con un importante grado de control y autonomía para luego dar paso a otras que pueden ser muy diferentes, con las cuales desarrollen habilidades inexploradas. De esta manera, vivirán una vejez plena y saludable.