Gonzalo Cifuentes Uribe
Los vecinos de la población Armando Alarcón del Canto de Hualpén están molestos por una serie de acciones irregulares que desconocidos efectúan en los alrededores del popularmente llamado "Mall del Copete". Orinar en la calle, circular en estado de ebriedad y realizar fogatas, son algunas de las actividades que los habitantes dicen presenciar en las cercanías de la esquina de las calles Suiza con Bélgica.
Todos coinciden al decir que no están en contra de la existencia de estos locales comerciales -que otorgan servicios y puestos de trabajo a la comunidad- sino en rechazar los desórdenes que unos pocos efectúan en los alrededores de este punto del barrio. Algunos trabajadores pidieron además mayor presencia policial en este sector.
"Es algo de todos los días. Aquí hay gente que aprovecha el techo para cubrirse de la lluvia y dar función hasta tarde", señaló el vecino Carlos Cáceres. "No es una escena muy agradable ver a tipos curados a primera hora de la mañana, cuando la mayoría toma micro para ir a sus lugares de estudio o trabajo", agregó.
También acusan inseguridad para los menores de la comuna, ya que a metros del lugar hay una escuela básica.
Afecta al trabajo
"Yo trabajo aquí. Nadie quiere venir a comprar si está hediondo a orina y atrás han formado un basural", señaló Jorge Suazo, trabajador del lugar. "Uno no puede decir nada, porque se corre peligro", dijo.
"Es súper incómodo almorzar o tomar once con el olor a orina que sale de allá atrás y todo lo que se mezcla. Allí atrás hacen de todo. Es una mezcla repugnante", contó Camilo Pérez, otro trabajador.
Junto a los empleados de los locales, los encargados de la mantención de áreas verdes del lugar también dicen pasarla mal. "Está todo sucio en la mañana y nosotros tenemos que limpiar. A la larga es un doble trabajo el que estamos haciendo y nadie nos paga más por eso", manifestó José Rojas.
Según comentó otro trabajador, en el verano, la situación empeora. "Cuando hace calor pasan la caña tirados en el pasto y no podemos regar ni trabajar. Si les decimos algo nos llenan de insultos y amenazas. Así no se puede", comentó.
Los jardineros dijeron que, desde la jefatura, les recomendaron que si no pueden hacer el trabajo no hablen con la gente y no se expongan a poner en riesgo su integridad física.
Temen incendios
"Varias noches estos tipos han hecho fogatas detrás de los locales, lo que puede generar un incendio y dejarnos a todos sin trabajo", manifestó Suazo. Lo anterior debido a que los locales son antiguos, de madera y cualquier chispa podría causar un siniestro de proporciones.
"Uno entiende que les dé frío y que su intención no es quemar los locales, pero el que prendan fuego es peligroso para todos. Igual nos da miedo quedarnos sin trabajo", agregó el empleado.
Cabe señalar que desde Carabineros se reiteró que disponen de las líneas del Plan Cuadrante totalmente abiertas para que los vecinos hagan las denuncias respectivas.
"Nadie quiere venir a comprar si está todo hediondo a orina. Es muy desagradable"
Jorge Suazo, trabajador.