Juan Fariña López

Luego de cada práctica del Inmortal, cinco jugadores foráneos que reforzaron al equipo parten derechito al hogar que les proporcionó el club, cerca del Cerro Chepe. La dueña de casa es Verónica Bascur, una vialina de corazón que les abrió las puertas a Felipe Herrera, Lucas Fernández, Francisco Araya, Ángelo Suárez y Francisco Riveros.

"Para mí ha sido algo muy grato tener a los muchachos y preocuparme de ellos. Al principio me costó porque son cinco, pero los adapté a mi casa y hasta aquí son unos hijos más", expresó la "tía Vero", que hasta tiene un perrito llamado "Vialito".

Al ser consultada por cómo se han portado los chiquillos, la fanática aurinegra asegura que bien, porque les rayó la cancha de entradita.

"Ellos pueden salir, pero tienen sus horarios y todo. Además son muy cariñosos, hasta para el día de la mamá se juntaron y me hicieron un regalo", manifestó.

Dentro de la convivencia de los jugadores en la casa, el peluseo en buena onda la lleva en la entre el grupo, que valora la calidez del lugar.

"Nos sentimos acogidos, ya que venimos muy lejos y es necesario un apoyo así. Ya hay confianza con toda la familia, que además es vialina y se nota el furor por la camiseta", indicó el volante Felipe Herrera.

En tanto, el meta Francisco Riveros apuntó que "acá me encontré con algo distinto a lo que se acostumbra en el fútbol, porque aquí te tratan como un miembro más de la familia y eso es gratificante para nosotros".