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Comida casera, música y arte se unen en la picada Cocina Privada

Está ubicada en frente del terminal de buses Camilo Henríquez. Abre sus puertas a diario para atender a su fiel clientela que, pasadas las doce del día, llegan a disfrutar de una extensa carta.
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Andrea Neguiman Pozo

Cocina Privada no es sólo una buena picada para almorzar rico y barato, sino también un lugar para disfrutar de arte, literatura y de música. Es un espacio mágico que se debe gozar al cien por ciento y eso es lo que hace su fiel clientela a diario."Las personas agradecen nuestro trabajo y eso nos enriquece el corazón, porque significa que lo estamos haciendo bien", señala con orgullo Rodrigo Suárez, quien es administrador del recinto.

Es que la onda mística que ofrece el recinto no se encuentra en cualquier parte y de eso están claros sus dueños, por eso le sacan el jugo a concho. "Nosotros siempre estamos organizando exposiciones de arte y ventas de pintura, lo que es muy valioso, porque le añade un sello y una identidad muy penquista", explica Suárez.

Pero eso no es todo, ya que en la Cocina Privada también se ofrece buena música. "Boris Castro, más conocido con el 'Choro Boro', era uno de nuestros clientes músicos habituales. Un día nos dio la idea de realizar y crear nuevos espacios para la música, incorporando a otros comensales músicos del restorán, así nacieron las tertulias musicales. Otra persona que nos ayudó mucho en este ámbito fue Yogui Alvarado, vocalista de Emociones Clandestinas. Él ha gestionado las Fiestas Privadas y diversos eventos musicales en relación al rock nacional y penquista (...) Actualmente en cartelera tenemos los jueves de jazz, que lo organiza el reconocido trompetista José Sánchez y los viernes de música variada, que pueden ser de trova, folclor, rock, etcétera", puntualiza.

Historia

Llegar a ser uno de los recintos más cotizados por los penquistas, no fue un trabajo fácil ni tampoco rápido. Fue un camino extenuamente que Rodrigo Suárez decidió emprender de la mano de su esposa, Sandra Turra, quien es legalmente la dueña de Cocina Privada.

En término generales, la historia de este restorante comenzó a mediados del 2010, cuando el matrimonio decidió volver a la zona, luego de pobrar suerte en Santiago. "Soy licenciado en arte, trabajé en gráfica y después del terremoto no había pega allá. Además mi familia había decidido que yo me hiciera cargo de este local", explica.

Fue así como de a poco se fue sumergiendo en el tema de la gastronomía, aunque siempre tuvo presente la idea de rememorar las recetas de su querida abuela. "Me plantearon la posibilidad y me gustó la idea, pero en un principio pensábamos dejar el local para uso habitacional. Sin embargo, la clientela que habían dejado las administraciones anteriores, seguía cautiva y a menudo golpeaba la puerta preguntando qué pasaba con el restorán", expresa Suárez.

Es así como a ambos les entró el bichito por abrir las puertas nuevamente. Por eso, poco a poco fueron ideando cómo lo harían, cómo se enfrentarían al público y ante varias posibilidades, finalmente, decidieron reclutar a la gente que había trabajado en las administraciones anteriores, para no empezar de cero.

"Mi señora conocía a la maestra de cocina que trabajó en el local cuando se llamaba 'Don Carlos T', y le ofreció trabajar con nosotros y ella aceptó. Mi suegra, quien es maestra de cocina, quiso también trabajar con nosotros. Después fuimos juntando los electrodomésticos y los utensilios que necesitábamos para partir. Un amigo que tenía una panadería nos prestó algunas cosas. Otro, otras cosas más. Con mis amigos pintores, pintamos de nuevo la casa y así fuimos armando lo que es hoy nuestra Cocina Privada. Con ayuda de todos no nos sentimos tan solos".

-¿Cuándo se abrió finalmente?

"Esa primera etapa tiene una historia bien entretenida. Cuando volvimos a la zona, mi señora fue a buscar a su perro que estaba con su familia en la población Lagos de Chile. Se dio cuenta que su mascota había quedado con problemas en su pierna y como no teníamos lucas, se decidió comenzar a atender al público para recaudar plata para su tratamiento. Todo fue muy solidario en su comienzo (...) Hicimos varios eventos y las personas fueron conociendo el local y cada semana llegaba más personas, así abrimos".

- ¿Y de dónde surge el nombre del local?

"Por un tema de papeles ja, ja, já. Incluso, en un principio le queríamos poner cocina clandestina, pero retrocedimos en esa idea, porque pensamos que sería muy fuerte. Por eso decidimos que sería mejor 'Cocina Privada', así también le daría un caché (...) Ya en noviembre de 2010 obtuvimos los papeles legales, pero igual nos quedamos con el mismo nombre ".

Con respecto al horario de atención de este ya tradicional recinto gastronómico y artístico de Conce, se fue acomodando con el transcurso del tiempo. Había días en que atendían y otros que no. "Mi suegra podía trabajar sólo los fines de semana. Por eso, el sábado se instauró como el día del pescado frito con papas cocinadas, que es su especialidad. La gente sabe que ese día habrá eso en el menú. Nos fue re bien, por eso un día dije ¿por qué no abrimos también los domingo? Se decidió y se hizo. Me levanté tempranito un domingo, fui a comprar un costillar y lo hice a la parrilla, se vendió todo ese día. En la actualidad tenemos abierto todos los días. De lunes a jueves desde las doce y media a las cinco de la tarde y los viernes hasta la medianoche".

La oferta gastronómica es muy variada, pero concentrada en los platos caseros. En su carta destacan el costillar ahumado, lomo, bistec de pana, malaya, lengua, entre otros. La humita también es uno de sus fuertes.

"Tenemos los jueves de jazz y los viernes de música variada"

Sandra Turra,, Dueña

"Inacap nos premió con un segundo lugar por la mejor humita de toda la región. Estamos orgullosos"

Rodrigo Suárez,

Administrador