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Turismo sustentable

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El turismo, eso que hacemos cuando abandonamos nuestro ámbito hogar por más de 24 horas, constituye hoy una de las actividades económicas de mayor dinamismo y crecimiento a nivel global.

En Chile las cifras oficiales traen aromas interesantes. En una década las visitas extrajeras se han duplicado y el turismo interno supera los diez millones de viajes, mientras que el gasto en promoción internacional cercano a los quince millones de dólares rinde ya sus frutos. Aun cuando todo ello sabe a gloria, hay que señalar que el turismo también puede degradar ecosistemas, incrementar pobreza, reducir productividad o destruir patrimonio cultural, sino se práctica en orden y bajo ciertos principios.

Las últimas administraciones han dispuesto medidas que resguardan el futuro de la industria; la más importante, el Plan Nacional de Desarrollo Turístico Sustentable, permitirá sentar bases para impulsar destinos en forma sustentable, junto con formar capital humano capaz de gestionar y capitalizar dichos mercados. Pero la sustentabilidad del turismo no acaba aquí, pues los planes y proyectos requieren ir instalando en la sociedad viajera la cultura de la sustentabilidad; ello supone visitantes que aprecian tradiciones, entienden su incidencia en el empleo local, manejan su basura e impactos, y además dan ejemplo a sus hijos; y es que lo que haces cuenta, porque tú también eres turismo sustentable.

Columna