Mantener una alimentación saludable es tarea de todos los días. En invierno es relevante tomar en cuenta las porciones, no excederse y combinar los alimentos de forma adecuada. Lo anterior es importante para no subir de peso, ya que la tendencia es consumir más calorías en preparaciones típicas que son altas en grasas y carbohidratos.

Las ensaladas resultan menos atractivas por el frío y se antojan más los alimentos calientes, que, por lo general, son más elaborados y con mayor contenido de calorías. Lo ideal es respetar los horarios de alimentación, realizando colaciones saludables entre las comidas principales para evitar pasar muchas horas sin comer.

Para mantenerse hidratado, hay que consumir 6 a 8 vasos de agua al día, esto es fundamental en el invierno, ya que por el frío reducimos la ingesta de líquidos. Por ejemplo, puede tomar té, aguas de hierbas, agua de cocción de frutas con edulcorante como sucralosa o stevia.

Se aconseja consumir a diario 2 o 3 porciones de verduras de distintos colores. Se sugiere incorporarlas en sopas, guisos, tortillas, omelette, budines o flanes. Se recomienda acompañar los platos de fondo con ensalada fresca, por su importante contenido de fibra.

Un alimento indispensable son las legumbres que poseen carbohidratos, fibra y micronutrientes esenciales para nuestro cuerpo. Hay que prepararlas con bastantes verduras y sin embutidos.