Hualpenino es el Claudio Palma de los hipódromos de todo Chile
Ricardo Muñoz se pasea por Chile y pone su voz al servicio de la hípica. Es un hombre de datos y mucha información con la que enriquece el relato que escuchan los exigentes fanáticos de este deporte.
Al igual que el fútbol, la hípica cuenta con especialistas en describir lo que pasa en la cancha, los que le dan vida a la carrera y la transmiten a miles de fanáticos. De ese modo, es normal pensar que hay cracks de la locución. Uno de los más famosos del país es penquista y cuenta con emoción cada galope de los caballos.
Ricardo Muñoz, de 44 años, es uno de los relatores de hípica más conocidos del país, ya que trabaja en el Hipódromo Chile, el Club Hípico de Santiago y el de Concepción. También tuvo un paso por la Quinta Región.
Partió de niño
"Soy nacido y criado en Hualpencillo, así que mi papá me traía siempre a las carreras. Yo tengo recuerdos desde los cuatro años, más o menos", declaró Ricardo.
Además, recordó que en su barrio vivían varios jinetes, por lo que siempre estuvo rodeado del ambiente. Se entusiasmó tanto, que nunca más se despegó de la actividad.
"Cuando chico me llevaba los programas de las carreras corridas, me aprendía los nombres y colores. Después los relataba, como si estuviera haciéndolo para todos los espectadores", confesó.
Posteriormente ayudaba a los jinetes, pasaba metido en los corrales viendo cómo podía ayudar, lo que lo llevó a ser secretario y estuvo a cargo de la preparación de los caballos en los momentos previos a la competencia. Allí, junto a sus amigos relataban supuestas carreras.
Un día de esos, el director del Club Hípico Concepción se acercó con una tremenda propuesta. "Me dijo que el relator se iba para Santiago, así que quería que yo tomara ese rol. Le dije que sí, pero no pensaba que lo decía en serio", comentó.
Pasaron los días y minutos antes de la carrera le piden que suba al lugar que le corresponde al locutor. No lo podía creer. "Yo seguía pensando que era talla, pero tuve que aperrar. Entre mis amigos y el director me convencieron. Nunca más dejé de hacerlo", sostuvo.
Ricardo contó que al principio sentía mucho nervio y cometía bastantes errores, pero con el paso del tiempo se fue perfeccionando. Incluso hizo un curso de dicción.
Se fue a Santiago
"Una vez que empecé a relatar, siempre tuve la idea de ser bueno, por lo que tenía que irme a Santiago, donde hay más vitrina y muchas más carreras", señaló.
Desde que tomó esa decisión, su carrera fue en ascenso y trató de aprender todo de sus pares, a los que ve como ejemplos. "Miro mucho lo que hacen los relatores más experimentados y a partir de eso creé mi estilo, con un poquito de cada uno", aseguró el hualpenino.
Producto de ese esfuerzo y perseverancia, hoy es reconocido en el deporte hípico y se luce relatando en las canchas más importantes y reconocidas del país. "Trabajo en Concepción, el Club Hípico de Santiago y el Hipódromo Chile. El único día que descanso es el miércoles", dijo.
Además de lo que hace en el país, es el relator de Simulcasting, sitio que transmite carreras del extranjero y las locales las envía hacia el exterior.
"Aparte de relatar las carreras que llegan, hago las previas. Éste sistema lleva 10 años en Chile y es un orgullo trabajar ahí porque mucha gente lo ve y es muy reconocido a nivel mundial", señaló.
Con respecto a la fama, tiene el panorama súper claro y no se nubla. "Lo único que me importa es hacer bien el trabajo y ser bueno. Si me reconoce la gente, es cosa de ellos", comentó.
Familia hípica
A Ricardo Muñoz la afición por la hípica se la pegó su padre, y él hizo lo mismo con su hijo mayor, que tiene 20 años. De ese modo, se mantiene la tradición. "Desde chico motivé a mi hijo para que le llame la atención y funcionó a la perfección", afirmó.
El mayor de los dos hijos de Ricardo corrió hace un par de años, pero dejó la competencia porque creció mucho y su cuerpo no era el adecuado para competir. Eso sí, no dejó el área y hoy es capataz en un corral de Santiago.
Su trabajo implica que viaje todas las semanas, por lo que trata de aprovechar al máximo el tiempo en familia. "Soy casado, tengo dos hijos y trato de aprovechar al máximo el tiempo con ellos. Siempre tengo que viajar y los días de carrera llego tarde. Es sacrificado", señaló.
A pesar de ello, es feliz en su trabajo y lo disfruta al máximo. "Hago lo que hago y en lo que creo que soy bueno. Si le sumas que me alcanza para vivir bien, no tengo nada que alegar", aseguró.
Trabajo complejo
A diferencia del fútbol, en la hípica es más difícil diferenciar a los competidores, por lo parecido de los ejemplares y además por la velocidad, que juega en contra del encargado de poner en palabras las acciones. "Es muy fácil equivocarse en esto, porque es todo rápido, lo miras de lejos y debes tomar decisiones rápidas", confesó.
Debido a esa complejidad, Ricardo debe pensar y decidir con rapidez y tener una memoria fotográfica. "Miro una vez a los competidores y me acuerdo del color y nombre al tiro. La experiencia va dando esas cositas", aclaró.
Pero como no todo es perfecto, recuerda un error en sus primeros años. "Una vez me equivoqué al anotar unos números y di por ganador a un caballo nada que ver. Fue impresionante, la gente me empezó a gritar cosas, a decir que estaba curado", recordó.
Para evitar malos ratos, estudia bien los competidores y no se arriesga a equivocarse. "Yo no me la juego cuando una carrera es cerrada, porque si me equivoco queda la embarrada. Como repiten las carreras, la gente no perdona ningún error", señaló.
Además de la complejidad técnica del rubro, Ricardo Muñoz ha tenido que convivir en su trayectoria con momentos que lo han marcado por completo. "Varias veces he visto morir jinetes en la cancha. Una vez uno cayó y le pasaron todos por encima. Es algo súper doloroso, pero hay que seguir adelante. No hay opción", contó.
Amigo de Vidal
Producto de su trabajo, Ricardo ha compartido en numerosas ocasiones con el crack de la Selección Chilena, Arturo Vidal, quien es conocido por su gusto por la hípica. "Arturo es de hablar poco, pero es una muy buena persona", comentó.
Es tal el grado de confianza que tienen con el futbolista, que lo considera un muy buen amigo. "Cada vez que viene hacemos un asadito o algo por el estilo", dijo.
"Soy casado, tengo dos hijos y trato de aprovechar al máximo el tiempo con ellos"
Ricardo Muñoz,, relator de hípica
"Una vez que empecé a relatar, siempre tuve la idea de ser bueno, por lo que tenía que irme a Santiago, donde hay más vitrina y muchas más carreras"
Ricardo Ñuñoz, relator