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Clientes impactados por caída de vecino en el edificio Caracol

Transeúntes y locatarios quedaron conmocionados por la dramática caída de un hombre de 45 años. Un kiosco del subsuelo disminuyó el impacto del hombre, quien se encuentra fuera de riesgo vital en el Hospital Regional.
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Gonzalo Cifuentes Uribe

I mpactados quedaron los transeúntes y locatarios de la galería Caracol, en el centro de Concepción, cuando un hombre de 45 años cayó desde el segundo piso hasta el subsuelo del popular recinto comercial. "Pensé al tiro que el hombre había muerto, pero al acercarme a ver se movía y quejaba", señaló José Ramos, quien iba caminando por el lugar al momento de la terrible caída.

Los minutos posteriores al incidente fueron muy tensos, ya que los penquistas en el lugar no sabían cómo ayudar al hombre accidentado, quien tiene domicilio en San Pedro de la Paz.

"Uno no sabe si acercarse a ayudar, llamar a Carabineros o irse para otro lado. Fueron momentos de mucha tensión y susto", contó María Albornoz, quien trabaja en una peluquería del lugar.

Desde la Primera Comisaría de Concepción, la capitán Claudia Castillo, informó que "producto del oportuno traslado, el hombre está fuera de riesgo vital en el Hospital Regional de Concepción".

Tras quince minutos de ocurrido el accidente, según contaron testigos, acudieron funcionarios del Samu, quienes asistieron rápidamente al afectado, ante las miradas atónitas de los transeúntes. El hombre fue trasladado al Hospital Regional, donde se recupera satisfactoriamente de las lesiones ocasionados por el terrible impacto.

El hecho fue tan impactante para los visitantes y trabajadores de la galería, que por un momento se podía apreciar el Caracol lleno de curiosos, quienes trataban de entender lo que pasó.

Se salvó de milagro

Según testigos en el lugar, el sujeto no cayó directo en el suelo de la galería, ya que primero impactó en un kiosco del subsuelo.

"Chocó con unas lámparas y después con el kiosco de al lado. Eso hizo que la caída no fuera tan fuerte y pudo salvarse", relató María Henríquez, locataria en el subsuelo de la galería.

Según contó la mujer, se vio bastante sangre en el lugar, lo que asustó a gran parte de los transeúntes. "Si no chocaba en el kiosco, se partía la cabeza completamente. Se salvó, pero seguramente quedó mal, porque se quejaba demasiado", señaló.

El susto de su vida

Sofía Hernández tiene un local en el subsuelo del Caracol, el cual amortiguó la caída del individuo. Eso sí, pasó el susto más grande de su vida. "Minutos antes le di de comer a mi bebé y lo tenía ahí afuerita. Como se puso un poco mañoso, lo entré al kiosco y a los minutos pasó todo", declaró.

Según relató, al sentir el impacto abrazó a su pequeño, ya que no sabía lo que estaba pasando.

"Atiné a abrazarlo para protegerlo, no sabía si estaban cayendo cosas o algo más. Pasamos un tremendo susto", confesó.

Cuando vio que la gente se asomaba, se tranquilizó un poco, porque se dio cuenta de que nada más caería sobre su local comercial. "Ahí me asomé y vi al hombre tirado en el suelo. Nunca había visto algo así y fue una experiencia traumática. Espero que nunca más ocurra algo similar porque se siente una inseguridad tremenda", dijo.

Independiente del tremendo susto que pasó, reconoce que pudo ocurrir una tragedia mayor. "Imagínese si mi bebé hubiese estado afuera y caía sobre él. Pudo haber muerto con el golpe. Nos salvamos", aseguró.

Producto del terror que sintió, la mujer advirtió que siente una inseguridad tremenda para retomar su trabajo, pero que tratará de olvidar el hecho. "Me siento muy insegura, pero no queda otra que seguir trabajando", subrayó.

"El hombre se salvó de milagro. Si no cae en el kiosco se partía la cabeza".

María Henríquez,, locataria.

Inseguridad

Los comerciantes que tienen sus puestos en el subsuelo de la galería Caracol llegaron a la conclusión de que están expuestos a situaciones así, ya que las estructuras no están adecuadas para protegerlos de algún elemento u objeto que caiga sobre ellos desde alguno de los niveles del recinto comercial. En el caso del accidente de ayer, el hombre no cayó de lleno en el techo del kiosco, de lo contrario, otro pudo ser el resultado, ya que había personas en su interior.

45 años de edad tiene el hombre que cayó al subsuelo en la Galería Caracol penquista.