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¿Qué fue del niño de las mil voces de Talento Chileno?

El penquista va en primero medio y ya evalúa sus opciones como artista.
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Christian Ovalle Ríos

Hace un poco más de un año que Nicolás Ruiz sorprendió a todo Chile con su increíble talento para imitar en el programa "Talento Chileno". Hoy, se abre a conversar acerca de su vida, sus planes, proyecciones, y por supuesto, de sus extraordinarias capacidades que lo llevaron a conocer a su ídolo, Stefan Kramer.

Con una simpatía y desplante que sorprenden para la edad que tiene, hace que la conversación parezca más una rutina de humor que una entrevista. A veces habla el "Negro" Piñera, otras veces Amaro Gómez Pablos, y otras el Rafa Araneda. Tenerlo al frente es como pagar una entrada a algún show.

-¿Te gustaría ser invitado a algún capítulo del nuevo programa de Stefan Kramer?

"Obvio que me gustaría, podríamos hacer un diálogo entretenido mientras imitamos. Pero no creo, porque es un programa grande".

Es "el niño de las mil voces", quien terminó en el cuarto lugar de la categoría Sub 16 el año pasado en el programa de televisión. Se nota relajado y alegre en la comodidad de su casa, mientras cuenta anécdotas junto a uno de sus hermanos.

Nicolás tiene ahora 15 años y es el regalón de la casa, ya que es el menor de cuatro hermanos. "Ahí hay varias fotos, si son todas de él, hay puras fotos del Nico no más en la casa", lanza bromeando Alejandro, uno de sus hermanos.

La historia de Nicolás Ruiz con las imitaciones comenzó por casualidad, luego de que fuera su familión completo a ver la primera película de Kramer. "Veníamos en el auto de vuelta del cine, y el Nico se puso a imitar al 'Negro' Piñera", recuerda entre risas el segundo de los cuatro hermanos.

De ahí no ha parado de imitar. Es que no sólo estuvo en la tele, sino que también lo han llamado para actuar en otras partes. "He hecho eventos, y también he estado en pubs, pero hace un tiempo que no hago cosas así", reconoce Nicolás, que espera volver a tener oportunidades para hacer reír y actuar, que es una de sus pasiones.

Talento natural

Las imitaciones son sólo una parte de este multifacético mini artista. El estudiante de primero medio tiene una habilidad especial para los instrumentos musicales y las voces, propia de los gigantes de la música. "Aprendió a tocar piano y batería sin profesor ni leyendo. Escuchaba música y a través del oído distinguía los sonidos y se aprendía las canciones", cuenta su hermano Alejandro, recordando una de las primeras veces que Nicolás sorprendió a la familia con su talento. Tenía sólo cinco años.

Desde pequeño que deslumbra a sus compañeros de colegio, ya que para los aniversarios, siempre es de los más ocupados. Al ahora adolescente no le basta con tocar batería, sino que también canta, y actúa en cuanto evento le digan.

Al "Nico Kramer" le gustaría seguir sacando más de los 12 personajes que imita, y en ese sentido, estudiar teatro es uno de los proyectos que más le llama la atención. "Lo he hablado con mis papás y me apoyan 100%, lo único malo es que me tendría que ir a Santiago", explica el adolescente, que ha recibido el apoyo de su madre y padre en todo aspecto, siempre y cuando termine el colegio.

Su experiencia en tv

El genio penquista de las imitaciones se presentó en el casting masivo en Concepción, y luego clasificó a Santiago, que fue donde conquistó al jurado y particularmente a la estupenda Carola de Moras.

"La primera rutina la hice yo solo, después me ayudaron en el programa con el maquillaje, y un libretista que mejoró lo que ya había hecho", recuerda el Nico.

Uno de los episodios que tiene en su memoria con mayor nitidez es la visita que le fue a hacer al mismísimo Stefan Kramer. "Conversamos harto rato, de muchas cosas, me dio algunos consejos. Me cayó súper bien, tiene muy buena disposición, no tengo nada que decir de él", añade el quinceañero, que guarda los mejores recuerdos de su paso por televisión. De hecho, aún conserva el número con el cual se presentó cuando estuvo en el casting en Santiago.

Su familia siempre lo ha apoyado en el desarrollo de sus talentos. Sus hermanos Álvaro (25), Alejandro (23) y Valentina (20), son los que más ríen con las puestas en escena del pequeño artista. "Cuando saca nuevas imitaciones va a mi pieza y me las muestra para ver cómo le quedaron. Podría decir que a veces soy el primero que las disfruta", cuenta entre risas Alejandro.

Futuro cercano

El niño de las mil voces reconoce que su futuro es incierto, ya que le gustan varias cosas y por ahora su balanza de preferencias se carga más hacia el teatro y las artes escénicas. Sin embargo, no descarta otras carreras universitarias que no tienen mucho que ver con su faceta artística. De todas formas, le gustaría seguir explorando sus talentos vocales y de sonido. En el caso de que estudie otra carrera, sería más como un pasatiempo, que lo podría hacer paralelo a sus estudios.

Recuerda que descubrió la facilidad para imitar voces y cambiar tonos de voz con facilidad gracias a la música. "Lo que pasa es que yo también canto, y por eso me di cuenta de que podía cambiar mi voz", afirma.

A pesar de que aún tiene quince años, Nicolás ya piensa en su futuro después del colegio sin dejar de lado las cosas que más le gustan. "El último personaje que sacó fue Romeo Santos. Todavía lo tiene que pulir eso sí, porque la voz es súper aguda", explica su hermano, que es el primer crítico para ayudar a que las imitaciones de Nico queden lo mejor posible y, por qué no, quizás algún día superar a su ídolo Stefan Kramer.

Por ahora, sin embargo, está enfocado en terminar la enseñanza media y, por supuesto, en sacar nuevos personajes.

"Obvio que me gustaría estar en el programa de Kramer, pero es difícil"

Nicolás Ruiz,, imitador.

"El último personaje que sacó fue Romeo Santos. Todavía lo tiene que pulir, eso sí, porque la voz es súper aguda".

Alejandro Ruiz,, hermano de Nicolás.

15 años tiene Nicolás Ruiz, que cursa primero medio en el The Wessex School de Conce.