Matías Jullian Velásquez
Reivindicador. Así se puede definir el partido de Mauricio Pinilla ante Venezuela. Tuvo la chance de ser titular y no la desaprovechó. Con sus dos goles -claves para la remontada chilena-, su colaboración en defensa, su oficio en ataque y, obviamente, sus heridas de guerra ilustradas en un llamativo cintillo negro, terminó por conquistar a los cerca de 500 hinchas que llegaron a Barinas y que le regalaron un cálido "Pinigol, Pinigol, dale Pinigol" al ser reemplazado.
Pero eso no fue todo. Con su destacada actuación también convenció al siempre cambiante público nacional de que él es el nueve que por tanto tiempo estuvo ausente en la Selección. En Twitter, el #SiPinillaHaceUnGolYo causó furor y obligó a varios usuarios a pagar arriesgadas apuestas luego del doblete que significó el fin de una racha de casi 11 años sin goles en duelos oficiales de la Roja.
Incluso la FIFA eligió a 'Pinigol' como el mejor jugador de la sexta fecha de las clasificatorias sudamericanas. "El atacante de Atalanta, de 32 años, marcó un doblete en su primer partido como titular desde octubre de 2011", destacó la entidad en su sitio web.
En definitiva, la Pinillamanía volvió a desatarse en Chile. La misma que el atacante generó en 2002, cuando irrumpió con goles y acrobacias en la U y todo auguraba un gran futuro para él.
"Yo lo conocía de inferiores y ya se notaba que era un jugador espectacular y con una personalidad fuerte", contó Waldo Ponce, quien brillaba en el club azul por esos años.
"Estaba esperando esta oportunidad hace mucho tiempo y el profe me la dio. Cumplí haciendo mi trabajo y estoy muy feliz", aseguró el propio Pinilla al embarcarse de regreso a Italia. "El domingo tengo que enfrentar al Milan", cerró el hombre del momento.
"Estaba esperando esta oportunidad hace mucho tiempo y el profe me la dio. Estoy muy feliz".
Mauricio Pinilla.