Poco a poco comienza a cambiar el clima y una deliciosa manera de prepararse para los días fríos es guardando frutas y verduras del verano en diferentes preparaciones.

Mermeladas, conservas o encurtidos de algunas verduras son ideales para almacenar en casa, tiene como ventajas que no incluyen aditivos ni preservantes químicos, rescatando el sabor natural de la fruta.

La manera más común de preservar mermeladas caseras es sellándolas herméticamente a baño de maría; es decir, sumergir los frascos con el dulce en una olla con agua por aproximadamente 45 minutos. En ellas el azúcar juega y rol importante pues se transforma en un aditivo natural que favorece la conservación junto a la acidez de la propia fruta.

Duraznos, ciruelas, frutillas, moras, frambuesas y otros productos de verano se pueden procesar de esta manera y almacenar.

Las verduras y hortalizas también se pueden almacenar. Para dar un mayor sabor a la preparación se pueden añadir algunas hierbas o especias como orégano, culantro, albahaca, semillas de mostaza, eneldo, jengibre, ají picante, ajo, romero y otras.

Otra forma fácil de guardar verduras es cortar, por ejemplo choclos en mitades y poner 2 ó 3 en una bolsa, para luego rotular con el contenido y la fecha en que se guardó. Este mismo procedimiento puede realizarse con arvejas, porotos verdes, porotos granados, zapallo camote, frutillas, frambuesas, ciruelas y duraznos.