A un año del accidente, se acerca el regreso a casa
Pablo Otárola en abril podría continuar en su casa con su recuperación.
Hace exactamente un año, el jugador chorero, Pablo Otárola, comenzaba a jugar su partido más difícil: la lucha por su vida. Eso, luego del terrible accidente de tránsito sufrido en el Cruce Cajón, 8 kilómetros al norte de Temuco, luego de que su auto impactara violentamente contra un camión, situación que lo tuvo al borde de la muerte.
"Estamos esperando un milagro", decía el entonces gerente deportivo de Deportes Temuco, Milton Flores, club donde se desempeñaba el defensa.
Y el milagro ocurrió, pues Pablo sigue dando pelea, y de a poco ha ido presentando mejorías, pese al delicado estado de salud en que ha permanecido durante estos doce meses.
"Ha sido difícil este camino. Pablo aún no se puede comunicar, ni hablar, pero ha tenido muchos avances, ahora él nos reconoce, pestañea, con la mirada te sigue y responde con parpadeos, tiene mayor deglución, claramente está más conectado", comenta a La Estrella, Andrea Otárola, hermana del jugador formado en Huachipato, y con pasado en Lota Schwager, Curicó Unido y Deportes Temuco, cuyo diagnóstico es un TEC grave y un estado de mínima conciencia.
Pronto a casa
Pablo sigue internado en una clínica de Concepción, sin embargo, los avances y mejorías que ha presentado en este tiempo ya le permiten a su familia poder trasladarlo a su casa, donde podrá seguir con su tratamiento y recuperación.
Si bien la principal traba era que la isapre no asumió los costos por la hospitalización domiciliaria, al menos la familia tuvo una buena noticia, pues la misma entidad de salud se hará cargo de la compra de costosas máquinas para que el defensor pueda estar en su hogar lo antes posible.
"La isapre no nos dio hospitalización domiciliaria, pero nos facilitó una máquina de aspiración y una bipedestadora, que es para la terapia de Pablo. Entonces decidimos traerlo a casa bajos nuestros costos. Estamos esperando que nos lleguen estas máquinas para poderlo traer, porque él ya está en condiciones de regresar hace casi un mes", dijo Andrea, afirmando que a mediados de abril, la sonrisa de Otárola dejará las salas de la clínica para estar en el calor de su hogar tirando para arriba.
29 años tiene el defensa, formado en Huachipato y con paso por Lota, Curicó y Temuco.