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Dejó los pasillos del colegio para hacer baile entretenido

Gonzalo estudió para ser profesor de educación física, sin embargo el baile es su pasión, por lo que decidió dejar de trabajar en el colegio, para dedicar su tiempo a los eventos.
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Macarena Villegas Castro

Gonzalo Ortega tiene 38 años, es profesor de educación física, y trabajó como inspector en un colegio de Talcahuano. Luego de algunos años decidió colgar su delantal blanco, y dejar de lado la exigente labor de educar, y de formar alumnos, para poder dedicarse netamente al mundo del baile entretenido y los eventos, que es algo que le apasiona mucho.

"Fui inspector en un colegio, la verdad es que no fue fácil, porque la gente es demasiado prejuiciosa, y yo ya trabajaba en eventos, es decir, de día era inspector y en las noches me dedicaba a realizar baile entretenido. Al principio fue complejo llevar el tema, pero de a poco los alumnos y los apoderados fueron entendiendo, y, afortunadamente, nunca tuve problemas con ellos, al contrario, siempre me sentí muy apoyado. Aunque debo reconocer que siempre hay una excepción a la regla, pero esos fueron en una menor cantidad, y al final hay que saber llevarlo nada más, y en el colegio me contrataron sabiendo lo que yo realizaba, entonces ellos también entendían que no era nada malo dedicarme a ambas cosas", cuenta.

Pese a que su estadía en el colegio fue buena, y en algunos momentos gratificantes, porque dice que tenía una muy buena relación con los alumnos, dejó este trabajo para cambiar su rumbo profesional. "Luego de algunos años como inspector, el 2015 decidí no seguir trabajando en el colegio, llegué a un acuerdo con ellos, y me fui. Todo esto lo hice con la intención de comenzar a trabajar en mis proyectos personales y dedicarme a algo que me gusta mucho, que son los eventos, y es en lo que estoy enfocado hoy en día, porque esto también necesita de tiempo, cosa que antes no tenía mucho. Debía cumplir con el trabajo administrativo que me exigía el colegio, por lo tanto muchas veces tenía que quedarme hasta más tarde y no tenía todo el espacio que necesitaba", relata.

Sus inicios

Partió a los 20 años trabajando en los team de verano, y de ahí que no ha parado. "Empecé en las playas, bailaba con más personas, promocionaba eventos y entreteníamos a la gente, lo pasábamos muy bien, me gustaba mucho. Con el tiempo me fui perfeccionando y llegué a dedicarme a esto, que es algo que me apasiona mucho, y es algo que uno termina disfrutando", dice.

"Al principio me costó mucho, porque yo era sumamente introvertido, entonces tuve que empezar a trabajar el tema de motivar a la gente, porque si no logras entrar con ellos, el evento es muerto. Así que practiqué y lo logré con el paso de los años, sin duda que fue una tarea difícil para mí", cuenta.

A medida que se fue incorporando al mundo de los eventos vio la necesidad de crear un nombre, para ser reconocido. "Al principio sólo trabajaba con mi nombre, pero la gente nunca se acordaba de mi apellido, entonces comencé a buscar ideas para que ellos se acordaran y les quedara grabado inmediatamente, entonces decidí que fuera "Gonzalo Ferrer Baile Entretenido", y como me gustaba ese apellido, lo elegí para mi marca", comenta.

Eventos

Gonzalo se ha ido adaptando a las exigencias del mercado, es por ello que dentro de su show ha incorporado distintos estilos. "Bailo desde la música pop, que está de moda, hasta los estilos que les gusta a la gente de más edad. Dentro de todo está la bachata, la cumbia, la salsa, el merengue, la onda disco, pero también he incluido música folclórica y rancheras, en realidad se incluye algo que le guste a toda la gente, porque ellos son los que lo tienen que pasar bien, y siempre en un evento hay una variedad importante en los gustos", agrega.

"El baile lo complemento con un atuendo adecuado para la oportunidad, tengo mis mangas, utilizo gorros, y también he incorporado el show de luces led, porque esto se trata de que llame la atención de la gente que está en los eventos, y ellos se sientan animados por la persona que está adelante, y los accesorios ayudan un montón en eso. También trabajo con un team, que que me acompañan cuando es necesario, porque de no ser así, realizo el show solo, pero debo reconocer que la presencia femenina siempre llama la atención del público ", dice.

"No solo me he dedicado a los matrimonios, sino que también a las fiestas de fin de año, a cumpleaños, fiestas de niños y de adultos mayores. Lo bueno es que es un show que les gusta a los más pequeños, pero también a los más adultos, entonces eso hace que sea mucho más entretenido, y aquí uno trabaja con las emociones de las personas, y eso para mí es muy importante", explica.

La cantidad de eventos que él realiza dependen de la temporada en la que estemos. "Entre septiembre y abril es donde más trabajamos, porque es lo que nosotros llamamos temporada alta. He llegado a hacer cuatro eventos en una noche, eso es harto, porque hay que prepararse para cada uno de ellos, y rendir en todos por igual, entonces hay que tener una buena condición física y un estado anímico que de para cubrir todo. Sin embargo, en los meses de otoño e invierno hay fin de semana que no hay nada, ahí es poco lo que se hace, es decir, que es un trabajo variable", agrega.

Lo difícil

Sin duda que para realizar este tipo de eventos es primordial tener energía para animar a la gente. "Hay veces en las que uno tiene problemas, está enfermo o hay algo que te afecta al ánimo, pero eso en el escenario no se puede notar, porque uno va a animar a la gente, entonces una vez que comienzas a bailar, te tienes que olvidar de todos los problemas, y que no se note que algo pasa", comenta.

Dentro de las metas que tiene es ampliar su horizonte. "Me gustaría poder llegar a otras ciudades, y hacerme conocido. Tengo hartos proyectos en mente, y para eso estoy trabajando", expresa.

"decidí dejar de trabajar en el colegio para trabajar en mis proyectos".

Gonzalo Ortega,, Bailarín.