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Caleta en Tomé estará cerrada hasta el lunes por alerta de marea roja

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En las caleta Quichiuto, en Tomé, impusieron la prohibición de extracción y consumo de cholgas, almejas y choritos, ya que el Seremi de Salud está realizando un estudio por la supuesta aparición de marea roja.

Por ello, personal del Sernapesca extrajo 50 ejemplares, los que serán analizados, para poder determinar si se trató de un caso aislado o una situación mayor.

El alcalde de mar, José Millaquín, contó que el Seremi de Salud instruyó la prohibición de extraer dichos recursos hasta que termine el análisis, lo que sería el lunes.

Producto de ello, en Quichiuto no se podría consumir, extraer ni almacenar productos marinos, por lo que la Armada de Chile está realizando patrullajes fiscalizadores, con tal de hacer que se cumple la orden y evitar eventuales complicaciones sanitarias por esta situación.

Estudiantes cayeron por vender "marihuana top"

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Una pareja de universitarios fue detenida por detectives de la Brigada Antinarcóticos (Briant) por cultivo y tráfico de marihuana de alto costo.

Los sujetos contaban con fertilizantes traídos del extranjero, lo que hacía que el producto aumente su valor comercial. Vendían el gramo a 10 mil pesos, el que habitualemente cuesta 5 mil, según informaron en la PDI. Según las primeras diligencias, los muchachos vendían la droga en su domicilio.

Tras intensas diligencias de la Briant, junto al Ministerio Público, los efectivos de la policía civil llegaron al domicilio de la pareja, en el sector Lomas de San Sebastián, donde encontraron 153 plantas de marihuana de distintos tamos, en el patio, y 358 gramaños de la misma droga, listos para ser vendido. Todo fue avaluado en 3 millones 500 mil pesos.

La pareja, de 23 y 25 años, no contaban con antecedentes penales, sin embargo, quedaron a disposición del Juzgado de Garantía de Concepión, donde pasarán a control de detención y se les imputarán delitos relacionados a la Ley de Drogas.

Penquistas están chatos de aguantar los malos olores que dejan los mechoneos

Peatones señalan que podría haber otro tipo de recibimiento, más amigable.
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Las tradicionales bienvenidas universitarias, conocidas como mechoneos, no sólo afectan a los jóvenes, sino que a todos los penquistas que pasan cerca de ellos. La mezcla de huevos podridos, pescados, harina y otros elementos en descomposición, hacen un cóctel desagradable.

"Es repugnante pasar por el lado de los muchachos, porque tienen una mezcla de olores que no se aguanta", manifestó José Aguirre, adulto mayor que pasa todos los días por la Plaza de la Independencia penquista.

"A la gente de la tercera edad nos afecta mucho, yo tengo 86 años y con el paso del tiempo ya no tengo mucha tolerancia a ese tipo de olores. Lo encuentro innecesario", agregó.

Si bien, los penquistas reconocen que es una actividad tradicional a la hora de entrar a estudiar, piden que no se vulnere la dignidad de los muchachos, ya que consideran excesivos algunas acciones.

"A veces andan con olor a pescado o huevos podridos. A uno le dan ganas de vomitar y me imagino que la sensación para ellos es mucho peor", contó Jorge Parra, quien también tuvo un paso por la universidad, pero en otra época, según contó.

"A nosotros igual nos mechonearon, esto fue en los ochenta, pero en buena onda", comentó.

Luisa Reyes, madre de un mechón, contó que "la ropa hubo que botarla y mi hijo sentía el mal olor por varios días". Producto de la "bienvenida", los muchachos deben pasar horas en la ducha, para tratar de sacarse el mal olor de sus cabelleras y sus cuerpos.

En el parque

A diferencia de la mayoría de los mechoneos, que se realizan en los campus universitarios, un grupo de alumnos decidió hacer la bienvenida en el Parque Ecuador, lo que molestó a transeúntes.

"Yo troto por acá todos los días y es molesto, por el tema del olor y por los desechos que puedan quedar. Pero entiendo que parte de la u", contó Fernando Rivas, vecino del sector.

Voluntario

En la facultad de Derecho, de la UCSC, el mechoneo fue voluntario, ya que les dieron la posibilidad de irse a quienes no quisieran participar de la actividad. "Nos dijeron que los que no queríamos, teníamos cinco minutos para irnos de la sala", contó una alumna. El caso llama la atención, ya que, por lo general, los toman por sorpresas y ningún novato se salva de la tradicional bienvenida universitaria.

Gonzalo Cifuentes Uribe

gonzalo.cifuentes@estrellaconce.cl