Tres familias resultaron damnificadas luego de que un incendio destruyera completamente tres mediaguas en la Villa Quiapo, en Lebu. Hasta el lugar llegaron la Primera y Segunda compañías de Bomberos de Lebu, así como un carrobomba de Arauco y un camión aljibe enviado por la municipalidad, con la finalidad de evitar que el fuego se siguiera propagando a las casas aledañas.

Las causas del siniestro son investigadas, aunque según información preliminar, no se descarta que hubiera sido iniciado de manera intencional. "Fue de muy rápida propagación, estas son viviendas de material ligero", dijo el comandante del Cuerpo de Bombero de Lebu, Pedro Fierro. "Además que nosotros estamos a 20 minutos de Villa Quiapo, entonces cuando llegamos al lugar, la mediagua en la que había comenzado el fuego se encontraba completamente destruida, y las otras dos ardían en llamas. En ese minuto ya no teníamos nada que hacer, porque el fuego estaba sin control" , añadió.

Macarena Villegas Castro

Preocupados están quienes tienen familiares en el cementerio Nº 2 de Talcahuano, ya que denuncian una serie de robos en las tumbas de sus familiares e incluso asaltos a quienes los visitan. Pese a que esta situación no es nueva en el camposanto, aseguran que durante el último periodo ha empeorado y es común ver bóvedas sin sus vidrios, puertas o sus lápidas.

Recuerdos y floreros son los elementos que más sustraen al interior del cementerio, según dijeron los visitantes. "A mi suegro le han robado varias veces, la última vez tuvimos que pagar 220 mil pesos por reponer lo que rompieron. Queríamos sacarlo de ahí, pero tenemos que pagar, al final sólo cobran y no nos entregan ninguna garantía. Esto ha pasado siempre, creo que cada vez se está volviendo peor, quiebran las ventanas de los nichos para poder sacar las cosas que los deudos le dejan a sus familiares", contó Darwin Montecinos.

Janette Arias, por su parte, señaló que "a la bóveda le han robado tres veces el candado, sacan los floreros y se los llevan. No entiendo para qué les sirven esas cosas, para mí ya es maldad que hagan eso, no tiene razón de ser que saquen ese tipo de cosas", indicó.

Pero no sólo manifestaron su preocupación por los robos, sino también temen que los asalten al visitar a sus familiares en el camposanto. "Trato de no venir sola, y si lo llego a hacer vengo a la hora en que hay más gente, porque los ladrones se esconden atrás de las tumbas. Evito venir con cosas de valor, porque así no tienen qué llevarse, creo que debería aumentar la seguridad", agregó Patricia Vega.

Desde Carabineros, en tanto, el mayor Claudio Morales señaló que "nosotros no hemos recibido denuncias por parte de la gente afectada, y como no tenemos antecedentes de esto, destinamos nuestro personal a los sectores con mayores necesidades de tener un contingente policial".

40 nichos tienen los vidrios quebrados , en un mismos pasillo, producto de los robos.