Cecilia Bastías Jerez
Cerca de 20 mil toneladas de salmones muertos por el florecimiento de algas en centros de cultivo ubicados en el Seno de Reloncaví, están siendo trasladados desde la Región de Los Lagos hasta el Bío Bío, a fin de que puedan ser procesados y reducidos a harina de pescado.
"Son 26 mil toneladas involucradas en 29 centro afectados. La intención de la autoridad es sacar algún provecho de la mortandad, por lo que Sernapesca autorizó el traslado, donde plantas reductoras van a procesar estos salmones y convertirlos en harina", señaló Rodrigo Valencia, director de Sernapesca Bío Bío.
"Ya ha llegado un partida de 1.600 toneladas de salmón y estaría llegando otra cantidad en barcos industriales en la próxima semana, todo por transporte marítimo", indicó Valencia.
"Esto es un tema ambiental y efectivamente dependiendo del estado de la materia prima al momento de procesar, la planta debe tomar todos los resguardos que correspondan para evitar que se emitan malos olores", estableció Rodrigo.
En cuanto a la posibilidad de que estos salmones muertos sean comercializados clandestinamente, Valencia explicó que la única manera de llegada de esto salmones es a través de las naves, produciéndose la descarga directa a la planta.
"Vale decir, no hay intervención de transporte terrestre. Y por otro lado está la autoridad marítima pendiente de que no haya sustracción desde los barcos. En ningún caso podrían ser comercializados para consumo de las personas", estableció el director regional de Sernapesca.
La emergencia
El origen del fenómeno, es por la presencia de un alga del tipo chatonella que, al crecer, tapa las vías respiratorias de los peces, los que mueren por asfixia, indicó el intendente de Los Lagos, Leonardo de la Prida, quien estableció los lineamientos a las empresas salmoneras para garantizar la rápida eliminación de las mortalidades en condiciones de máxima bioseguridad.
Cabe mencionar que el hecho fue calificado como un terremoto ambiental por las autoridades de la zona. "Cuando pensamos en los volúmenes, en donde podemos dejar esa cantidad de salmones muertos, no es viable construir pozos para enterrarlos, así que la solución es procesarlos y transformarlos en harina de pescado. Para ello la región (de Los Lagos) tiene una capacidad máxima de 2 mil toneladas, por lo que debemos trasladar estos peces restantes hacia el Bío Bío", señalaron desde la región austral.
"Ya han llegado 1.600 toneladas de salmón y en barcos industriales llegarán más la próxima semana".
Rodrigo Valencia, Sernapesca
Asipes
Según informó el presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros (Asipes), Luis Felipe Moncada, las empresas han acogido la solicitud de la Intendencia de Los Lagos y han puesto a disposición ocho barcos para el traslado de salmones desde los centros de cultivos hacia plantas reductoras de harina de la Región del Bío Bío. Moncada añadió que "en respuesta a la emergencia se está elaborando la harina de salmón en una planta reductora en Talcahuano, otra en Coronel y una tercera en Calbuco, que cuentan con las autorizaciones sanitarias y ambientales respectivas".