Lula da Silva dice estar "indignado" tras ser obligado a declarar en Brasil
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó ayer que se sintió "prisionero" cuando la Policía Federal allanó durante la mañana su casa para llevarlo a una comisaría, donde prestó declaración por más de tres horas. El ex jefe de Estado dijo estar "indignado" por la llegada de los agentes de la policía y tildó de "lamentable" la actuación del Poder Judicial en un discurso que pronunció en la sede de la dirección nacional del Partido de los Trabajadores. "No voy a bajar la cabeza después de hoy y la forma de levantarla es no tener miedo", resaltó Lula, quien aseguró que "el país merecía más de respeto".
Agregó que está "íntimamente afligido, ofendido y ultrajado" porque "no merece" la situación por la que atraviesa. Da Silva insistió en que el objetivo de la operación fue ofrecer un espectáculo a los medios: "El juez (Sergio) Moro no necesitaba haber mandado a la policía a mi casa, sólo tenía que haberme invitado (a declarar)".
La operación busca esclarecer su supuesta implicación en la red de corrupción en la petrolera Petrobras y que comenzó a primera hora de la mañana con la llegada de agentes federales a su domicilio.
"El juez no necesitaba haber mandado a la policía a mi casa, sólo tenía que haberme citado".
Lula da Silva,, ex presidente de Brasil