Las vacaciones son un merecido y necesario descanso que junto con definir el término de un período, permiten recobrar energías para un nuevo ciclo. En ellas podemos realizar actividades para las que habitualmente "no tenemos tiempo", como leer, ver películas, visitar exposiciones o juntarse con amigos a conversar y compartir.

Pero si bien lo más importante es disfrutar de una manera diferente del tiempo, hay ciertos hábitos que debiéramos procurar mantener; por ejemplo, el sueño y los horarios de alimentación. Una buena manera de ir dejando atrás las "licencias" que nos dimos, es que poco a poco se retomen los ritmos que nos acompañarán durante el año. ¿Cómo? Comenzado a levantarse y acostarse 15 minutos antes diariamente, terminar la actividad física y comidas dos horas antes de la hora de dormir o realizar actividades pasivas antes de acostarse.

Respecto al sueño, se recomienda no ver televisión ni utilizar otros dispositivos electrónicos antes de acostarse, sino realizar actividades como lectura de cuentos, juegos suaves de salón. En el caso de los niños, deben asociar la hora de dormir como el momento de descansar y no como una reprimenda o castigo, por ello debe hacerse de una manera tranquila y natural.

Recuerde que dormir bien es más que descanso y se relaciona específicamente con el bienestar psicológico y físico de las personas. No hacerlo afecta a nuestro organismo.