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Cómo mantener una buena relación con su suegra

A veces es difícil tener una comunicación abierta y sincera con la madre de nuestra pareja.
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Luego de quejarse del jefe, alegar en contra de la suegra debe ser una de las actividades favoritas de hombres y mujeres por igual. Y es que la madre de nuestra pareja muchas veces es, en apariencia y sólo para nuestros ojos, un demonio con forma humana.

El factor clave para llevarse bien con la suegra, como en toda relación, es la comunicación. Por esta razón, hay que estar muy preparado para hablar con ella. El gran objetivo debe ser que la conversación sea un intercambio de ideas propiamente tal, y no una queja en contra de ella (aunque sí lo sea).

Por ejemplo, supongamos que su suegra va a buscar a su hijo al colegio todos los días y le entrega una golosina cada vez. Usted le agradece su gran apoyo para criar al pequeño, pero teme acabar pagando cara esa costumbre.

Normalmente, uno se dirigiría a su pareja con una frase parecida a ésta: "Estoy harto. Tu madre lo hace a propósito. Le da dulces a Jaimito a pesar de que le he dicho mil veces que lo tiene prohibido". Esta queja, sin embargo, lo único que logra es generar más rencor y no resolver nada.

Qué hacer

El psicólogo americano Marshall B. Rosenberg identifica cuatro pasos para tener una conversación productiva. El primero es la observación, decir lo que se ve y sin nuestro juicio. El segundo tiene que ver con los sentimientos. Si muestra lo que siente, permitirá que al otro le sea más fácil entender su negativa a darle glucosa al niño y así evitará que se lo tome como algo personal. El tercero es las necesidades. Es clave identificar la razón detrás de su petición. Por último, el cuarto paso es justamente ese, la petición. Una vez analizados los puntos anteriores, pedir algo, factible, que solucione el tema .

Sentimientos

Ahondando en el segundo paso identificado por Rosenberg, los sentimientos, el gran obstáculo de esta etapa es expresarse. No todos sabemos cómo explicar lo que nos pasa, menos si no nos parece importante para el resto. Por esto, es clave otorgar a los sentimientos la relevancia que merecen. Afortunadamente, la educación emocional ha tomado protagonismo hoy en día.

Seguir órdenes nos quita el sentimiento de culpa

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"Yo sólo seguía órdenes", ha sido la defensa de miles de violadores de derechos humanos en la historia. Esto conllevó a una serie de experimentos en los que se intentó demostrar que, bajo la ilusión de seguir instrucciones, a los ejecutores de éstas no le toman el peso a sus actos. En un artículo publicado en la revista Current Biology, un grupo de investigadores ahondó en esto. Los resultados concluyeron que las personas muestran una mayor sensación de responsabilidad cuando se realiza un acto por voluntad propia que cuando se lleva a cabo por órdenes externas, aunque el acto en sí sea el mismo.

Ser bilingüe provoca cambios en la estructura cerebral de una persona

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Las personas que manejan más de un idioma aprenden y utilizan el lenguaje de maneras que cambian sus mentes y cerebros, lo cual tiene consecuencias, muchas positivas, según los resultados recientes obtenidos en una investigación liderada por Judith F. Kroll, de la Universidad Estatal de Pensilvania en Estados Unidos. Hay evidencias de que las estructuras y redes cerebrales de los bilingües son diferentes de las de los monolingües. Entre otras cosas, los cambios ayudan a los primeros a hablar en el lenguaje que se pretende, y no, equivocadamente, en el "erróneo". Los cambios varían en cada persona.