Bravo sacó aplausos en la única que tuvo

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Casi un espectador más estaba siendo Claudio Bravo, en el choque del Levante ante Barcelona, y que terminó en el triunfo catalán 0-2. Eso hasta a los 46', cuando su equipo ya ganaba por la mínima (autogol de David Navarro), y desvió un remate que se iba adentro de Giusseppe Rossi, evitando la paridad. Una tapada vital que permitió mantener la ventaja, la que se amplió sobre la hora con el gol de Luis Suárez.