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Vacaciones: mirada patrimonial a la playa más popular de Chile

Un tour muestra los rincones del balneario de Cartagena, donde descansa el poeta Vicente Huidobro, más allá de su hermosa playa y su remodelado borde costero. Un imperdible para estas vacaciones en el Litoral Central.
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Pablo Jesús Gómez

Cartagena en verano es para muchos turistas sinónimo de arena, mar y playa. La gran mayoría de visitantes viajan por el día, se bajan de sus autos o de los buses en que se llega al litoral, arman sus melones con vinos, la comida para aguantar el día, y al llegar la noche, con varios piqueros en el cuerpo, vuelven a su destino de origen, mayoritariamente Santiago.

Las visitas son directamente al borde costero, el que durante el verano vive días de apogeo, pero que tras la temporada estival se mantiene muchas veces en la más profunda soledad. Pero Cartagena va más allá de ser una hermosa playa. Y es justamente eso es lo que están intentado rescatar las nuevas generaciones de cartageninos.

Paola Alcérreca estudia Turismo en Viña del Mar. Ex alumna del liceo Poeta Vicente Huidobro, el año pasado le surgió la idea de realizar un tour patrimonial por la comuna, y fue a presentar un proyecto a la municipalidad. "Podría haber buscado un trabajo en Torres del Paine o en San Pedro de Atacama, pero siempre me ha interesado rescatar el importante patrimonio que tiene la ciudad. Desde el año pasado que estamos realizando un tour patrimonial de cerca de dos horas, en los que entregamos datos y realizamos un paseo por lugares que son claves para entender la historia de Cartagena", relata.

El tour de la ruta patrimonial se realiza los martes, miércoles y jueves desde las 11.00 horas, partiendo de la municipalidad, y se extiende hasta la primera semana de marzo (también hay otro tour en la tarde que comienza a las 17 horas). En dicho lugar uno solamente se debe inscribir y queda listo para recorrer este mundo mágico que esconde Cartagena más allá de la arena, el mar y la playa.

Un lugar de vanguardia

Lo primero que relata Paola Alcérreca es que Cartagena fue el balneario escogido por los liberales laicos a comienzos del siglo XX, quienes buscaron entregarle mucha arquitectura de vanguardia al lugar, influenciados principalmente por autores italianos.

"Eran en su mayoría poetas y escritores, quienes querían replicar en Cartagena los veranos que disfrutaban en Europa, donde podían acceder porque la mayoría de las familias pertenecían a la aristocracia chilena de la época", agrega la guía.

La primera estación es en la iglesia Parroquial Virgen Medianera (fundada el 19 de abril de 1912), donde un grupo de cinco mimos recrea un matrimonio a la usanza del siglo XX, llamando la atención no solamente de los participantes del tour, sino de toda la gente que a esa hora pasa por la plaza de armas.

Unos metros más allá, dos torreones tienen el honor de acompañar a una de las construcciones más antiguas de Cartagena. Se trata del primer hospedaje que tuvo la comuna, el que tiene más de 141 años de existencia.

Actualmente el inmueble corresponde a la farmacia San Sebastián, quizás la más tradicional de la comuna. "Entre los dos torreones existía un bebedero para los caballos que venían con carga desde Santiago", agrega la encargada del tour.

Casa presidencial

Pedro Aguirre Cerda fue otro de los ilustres visitantes de Cartagena. Tenía su residencia de verano en calle Crescente Errázuriz, a la que se accede bajando por calle Almirante Latorre. Su fachada se mantiene intacta, a la espera de algún proyecto de restauración de parte del Gobierno Regional.

"Para Cartagena, Pedro Aguirre Cerda tiene un valor muy importante; de hecho, hay dos escuelas que llevan su nombre. Su aporte a la educación (con la creación durante su mandato de más de mil escuelas primarias a lo largo del país) logró una gran repercusión para nuestra comunidad", asegura Paola.

Bajando por los adoquines característicos de Almirante Latorre, se llega a uno de los pasajes más enigmáticos del tour. Conocido como "Zenteno", este espacio guarda miles de historias entre sus angostos pasadizos. Aquí destacan las grandes casas utilizadas como residenciales, las que pueden tener más de 30 habitaciones. Sus construcciones demuestran los años de máximo apogeo del balneario.

Llegando a la popular terraza de Cartagena, es bueno detenerse en su historia. Su construcción comenzó en 1910, y la idea era hacer algo parecido al borde costero de las playas de Niza, en Francia.

Eso sí, los únicos que podrían usarla serían los beneficiarios que pagaron previamente una cuota que ayudó a su realización. En 1913, basándose en la mano de obra de conscriptos del regimiento de Buin, se dio por inaugurada una terraza que hoy no sabe de cuotas de inscripción, ni de ninguna restricción que impida caminar mirando un hermoso atardecer en el Océano Pacífico.

Volver para aportar

Tal como Paola Alcérreca, hay un importante grupo de jóvenes profesionales que se la quieren jugar por dar a conocer a Cartagena, más allá de un simple piquero o pasar una entretenida tarde tocando la guitarra con los amigos sentados en la arena.

"Quizás la generación de nuestros padres creció con la idea de que la única forma de surgir era yéndose de acá; entonces, a la primera oportunidad se podían ir a otro lado. Eso no me pasa a mí, porque siempre supe que quería perfeccionarme en la historia patrimonial de Cartagena", reconoce Paola.

Mientras caminan por la Playa Chica, los asistentes al tour se toman un respiro para contemplar el mar. La brisa marina se deja sentir. La magia de los rincones patrimoniales de Cartagena logró ser palpada en un mágico relato de casi una hora y media. "Cartagena está cambiando para mejor", piensa en voz alta Paola Alcérreca, quien está aportando desde el año pasado su granito de arena para que esto se haga realidad.

"Realizamos un paseo por lugares que son claves para entender la historia de Cartagena"

Paola Alcérreca,, guía de turismo

2 horas y media de viaje aproximado dura el trayecto a Cartagena desde Santiago.