Un estudio en el que participaron 33 trabajadoras sexuales de Londres arrojó que el hecho de tener que ir a lugares tan aislados y solitarios con sus clientes es uno de sus mayores temores. "La mayoría de los clientes busca un lugar sin luces o sin guardias de seguridad", señaló una anónima. "Yo preferiría tener sexo en un lugar no tan aislado, pero muchos de los clientes temen ser descubiertos y, en la mayoría de los casos, ellos toman las decisiones", aportó otra. Por lo mismo, la petición de estas mujeres es un llamado a la legalización de la prostitución, con estándares mínimos de seguridad.

Tanto física como verbalmente, las agresiones sexuales por parte de un individuo están significativamente vinculadas al consumo de pornografía, según un meta estudio que se basó en 22 investigaciones realizadas en diferentes países.

"Los datos acumulados dejan poca duda de que, en promedio, las personas que consumen pornografía más frecuentemente es más probable que incurran en actitudes que conduzcan a agresiones sexuales, tanto en hombres como mujeres", afirma el estudio.

Esto se sustentaría por un incremento en la posibilidad de forzar a alguien para finalmente tener sexo.

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Quizás sea más aventurado, quizás más prohibido o, quizás simplemente, escape de la rutina. El punto es que el sexo en hoteles siempre ha sido una opción muy atractiva tanto para parejas establecidas como para encuentros casuales. Y así lo demostró la ciencia.

Un estudio llevado a cabo por investigadores de un servicio portátil de reservas de hoteles, llamado HotelTonight, y en el que participaron más de 2.200 personas en 11 países así lo comprobó.

Alrededor de un 40% de los encuestados, quienes afirmaron haber tenido sexo en hoteles por lo menos una vez en los últimos tres años, aseguraron que el coito en esta condición es más largo (entre 25 y 49 minutos). Además, el 21% opinó que el sexo es más placentero y 36% señaló que el desempeño de su pareja incrementa.

La doctora Jess O'Reilly, experta en sexo y relaciones, no se mostró sorprendida por los resultados de la investigación. "El cambio de lugar asegura novedad y estimula un cambio químico en el cuerpo que puede incrementar el libido", explicó.

"La novedad tiene el potencial de incentivar la secreción de dopamina, neurotransmisor asociado al placer y a la recompensa", agregó.

Además, detalló que varios hoteles y sus habitaciones fueron diseñados a gusto de los sentidos, desde el estilo de almohadas, la cantidad de luz e, incluso, la ubicación de espejos. Cada detalle puede hacer la diferencia y la ausencia de objetos familiares como ropa sucia o fotos familiares disminuyen la distracción. Otro punto importante es la calidad de la cama, un punto primordial a favor de los hoteles.