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La historia detrás del homenaje a Cerati en una casa de Hualpén

Fanático de la música instaló en el frontis de su hogar una imagen del ex Soda Stereo, con sus años de nacimiento y muerte. La foto, que tiene el fondo del disco "Ahí vamos", está acompañada de un sincero "Gracias Gustavo".
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Christian Ovalle Ríos

Raúl Quintremil se define como una persona común y corriente. Sin embargo, uno se da cuenta de lo contrario a los minutos de conocerlo. En su estilo, disfruta la vida como pocos, se le ve feliz con su familia y con lo que hace, que en la práctica es todo: desde su propia casa hasta un cajero automático. Sí, leyó bien, un cajero automático.

El oriundo de Talcahuano tiene una historia de vida particular. Su familia es de Nueva Imperial y es una mezcla de mapuche con alemán, por los apellidos de su padre: Quintremil Ketter. "A diferencia de muchos, no reniego mis raíces mapuches, estoy orgulloso. También entiendo que lo que el pueblo mapuche defiende hoy es casi imposible", cuenta Raúl, quien nació cerca de la isla Rocuant.

Estudió en el colegio Salesiano de Concepción, para luego entrar a la carrera de Ingeniería en Maderas en la Universidad del Bío Bío, en 1975. Cuando se le pregunta por su edad, responde tal cual vive: disperso y con una sonrisa de oreja a oreja. "Tengo 58 años… ¿ó 59?... ¡sí! 59 parece. Incluso el otro día cumplimos 30 años de casado con mi señora. Nos dimos cuenta un día antes", señala Raúl, que se reconoce un privilegiado en la vida. "Es que cuando lo pasai bien, no te importa qué hora es poh, y cuando supimos que cumplíamos 30 años, lo encontré una buena señal", filosofa el fallido ingeniero. Es que se retiró al año de haber ingresado a la carrera, para cambiarse a lo que realmente le apasiona: las artes plásticas.

Así fue como se licenció en 1981 en la Universidad de Concepción. Se cambió de casa de estudios porque su padre le dio la posibilidad. "Me dijo que me podía conseguir una beca indigena, otra por ser hijo de funcionario, y una beca por las buenas notas. Al final me pagaban por estudiar", ríe el licenciado, que después trabajó cerca de 30 años para una embotelladora.

Su adicción a la música nació en la universidad, cuando estudiaba artes plásticas. Ahí estaba con estudiantes de música, con los cuales compartía gustos de todo tipo, entre ellos las preferencias musicales.

De The POlice A CERATI

"Empecé a escuchar de Soda Stereo cuando fui a Viña en 1982 porque fui a ver a The Police", recuerda el episodio sin mucho esfuerzo, y con mayor certeza que su propia edad. Se acuerda con total claridad de esa cita que tuvo con la historia de la música, ya que en ese entonces Gustavo Cerati estaba recién formando Soda.

"Los argentinos tenían problemas con los ingleses, pero de repente aparecieron estos grupos que cantaban en español, pero las bases eran muy similares a las de The Police", relata Raúl, que se sincera asumiendo su gusto más por Gustavo Cerati que por su banda inicial.

"Soda igual me gustaba, pero no tanto como Cerati solo. Lo escuchaba en mi auto cuando trabajaba en la Coca Cola, y también cuando estaba en la casa", argumenta el artista visual tratando de explicar el porqué de su homenaje al músico argentino, de quien instaló un enorme lienzo en el frontis de su vivienda, en Hualpén.

"No puedo explicar con palabras el porqué lo hice, es simplemente porque se dio, me gustó, lo sentí. Fue enaltecer algo de manera espontánea", insiste el hombre, que puso el cartel de Cerati el 6 de septiembre del 2014, justo dos días después de la confirmación del fallecimiento del cantante, músico, y compositor. El licenciado en Artes Plásticas realizó el humilde homenaje a uno de sus artistas favoritos con una foto de internet que él arregló con photoshop.

"Hice una mezcla con lo que me parece más revelador de él. Su cara está más posterizada que una foto original, y lo teñí según mis capacidades en la computación", cuenta el hualpenino, mientras gesticula con las manos, recreando la construcción de la obra que inmortalizó con la frase "Gracias Gustavo" en el frontis de su hogar.

"Me llamó la atención el sentimiento que tuve cuando falleció…sentí que tenía que transmitirlo físicamente, dejar un registro", intenta nuevamente explicar con palabras la razón de la obra que muestra con orgullo. Con el tiempo, su casa se ha convertido en una especie de atracción para la gente, que se saca fotos junto al homenaje.

un banco en su casa

Hace algún tiempo, causó polémica nacional una imagen de Google Street View que mostraba en Hualpén un cajero automático dentro de una casa. Sí, esa casa era la misma de Raúl Quintremil y de Norma, su esposa y compañera de mil batallas.

Atención mediática a nivel nacional generó el hecho, sin que entonces su propietario se diera cuenta. Todo cuando un usuario de la aplicación del gigante de la computación encontró un cajero automático dentro de una vivienda, denunciando que probablemente era robado.

El tema es que las cosas probables, tienen que ser probadas, y cuando llegaron a la casa se encontraron con la sorpresa: era un disfraz que el licenciado en artes plásticas había hecho a una de sus hijas para una fiesta familiar. Lógicamente, causó furor en la fiesta. Y en la prensa también, ya que llegaron de múltiples medios, entre diarios y canales de televisión, para cubrir y tener registro del ingenioso invento de Raúl.

Todavía está ahí en el patio de su casa, junto a una serie de cosas en las que el hombre se entretiene a diario. "Disculpe el desorden, que yo trabajo acá en mi casa nomás", se justifica, refiriéndose a su acogedor hogar.

"Es que ahora me estoy reinventando, como que quiero hacer cosas nuevas, por eso tengo todo así...déjame ir a buscar un pañito para limpiar la mesa", dice antes de empezar a conversar, y mientras su perrita da vueltas por la casa. "Esta es la Flor, que la recogimos de la calle. No sé cómo la dejaron abandonada, porque es súper inteligente", comenta mientras la acaricia.

Fanático de la música

El hualpenino asegura que no sólo es fanático de Cerati. Le gusta mucho la música británica que estuvo de moda durante su juventud. Incluso se compró un Volkswagen escarabajo igual al con el cual viajó a Viña del Mar en 1982, pero en color gris, y que es, como es de suponer, el modelo que aparece en la portada del disco "Abbey Road" de The Beatles. "La música hace que la vida sea más feliz", afirma Raúl Quintremil.

"Es uno de los mejores músicos a nivel mundial"

Raúl Quintremil,, creador del afiche

4 de septiembre de 2014 falleció Gustavo Cerati. Dos días después Raúl instaló su homenaje.