Clavito literario arremete con su manual de tácticas
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Hernán Godoy, entrenador con fama de leyenda, 74 años bien vividos y mentalmente en óptimas condiciones, anuncia que en marzo de 2016 saldrá a la venta su cuarto libro. Hace pocas horas, avisa, el documento que le tomó dos años escribir y le generó diversas cuotas de estrés entró a la imprenta. Y eso, explica mientras maneja su auto a una velocidad moderada, lo tiene emocionado.
Clavito es un autor consumado: ya publicó dos libros sobre los seminarios que dictó en Nueva York en 1987 y 1991, y su biografía 'Un clavo saca otro clavo'. "¡Va ser un libro sensacional!", grita.
Llevará por nombre 'La pizarra de Clavito Godoy', será publicado por la editorial Dhiyo y su primera edición tendrá un tiraje de 500 ejemplares. "El anterior se agotó, así que con este me tiene que ir bien", augura la leyenda.
-De la preparación atlética para un jugador de fútbol como es en Europa. Es sobre los cursos que yo hice en Francia e Italia. Y también hay táctica, técnica, estrategia, sistema de entrenamientos, ¡es completísimo! Habla del entrenamiento moral, la vida personal, todo lo que es el entrenamiento invisible.
-Bueno, hablo de cómo tiene que ser un jugador, lo que escapa de la vista del técnico. Que no caiga en el alcohol, en las drogas, que se comporte como un profesional. Todo se trabaja.
-Tenemos cracks que han prolongado su carrera por eso: los Zamorano, los Salas, todos los jugadores que son connotados. El mismo caso de Jorge Ormeño. Y aquí aprovecho de mandarle un saludo: es injusto que no le hayan renovado el contrato.
-¡Es un referente! Como lo eran Robles, Villarroel. Tipos intachables, hombres que siempre han estado ligados al fútbol.
-¡Claro! Es un manual para conseguir el éxito. Si sigues lo que dice el libro, vas a triunfar. Lleva pocas fotos porque es mucha literatura.
-No, yo tengo 74 años y sigo en óptimas condiciones para dirigir, ¡pero nadie me llama! Eso pasa en Chile. ¡No está Sulantay, no está Garcés, no está Clavito Godoy! Pero traen a cualquier argentino.
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-Es difícil, claro. Uno no sabe si a todos les va a gustar. Lo más difícil fue el ordenamiento de la materia. Estuve como dos años escribiendo y recopilando datos. Al principio lo hacía mientras dirigía y cuando tenía tiempo ensayaba la pluma. Ahora que estoy cesante tenía más tiempo.
-Es verdad, po'. Con todo respeto lo dije. Antiguamente el fútbol chileno trabajaba media jornada. Y después de que volví de Francia lo revolucionamos. En ese Audax de los '80 empezamos a trabajar dos veces al día, entonces le pasamos por arriba a todos y fuimos vicecampeones de la Copa Chile. Dijeron que mi equipo estaba pichicateado. Y la pichicata, les dije yo, es el trabajo.
-Me hubiera gustado dirigir a la Católica, Colo Colo, la Chile. Una vez tuve la oportunidad de dirigir a la U, cuando descendió, pero no funcionó. Y cuántos dirigentes de la ANFP me prometieron una selección joven y nunca pasó nada. Siempre trabajé en equipos chicos, con sueldos impagos, las inclemencias del tiempo.
-Me da vergüenza, me da asco, ¡asco! Porque yo tuve grandes dirigentes. Se roban el dinero, arreglan los partidos.
El tema, notamos, ofusca ligeramente a Clavito. Le pedimos paz. A su edad, pensamos, pasar rabias no es sano. Y el DT agradece la deferencia. J