Luis Cifuentes Villegas
La Segunda Sala de la Corte de Apelaciones de Concepción falló ayer a favor de los 7 mil 700 vecinos que resultaron inundados durante el fuerte temporal de viento y lluvia que se desató en la zona entre el 9 al 11 de julio de 2006, por lo que cada afectado podría ser indemnizado con $500 mil pesos.
Los vecinos de los sectores de Collao, Los Lirios, Nonguén y Palomares comenzaron las acciones legales el 2008, con lo que se convirtió en la demanda más grande en cuanto a número de demandantes contra el Fisco.
Con un fallo unánime el tribunal de alzada integrada por los ministros César Panés, María Elvira Verdugo y el abogado (i) Patricio Mella revocaron la decisión de Primer Juzgado Civil de Concepción y determinaron la falta de servicio del Estado, al no prever que podrían producirse inundaciones en los sectores antes mencionados y no realizar obras acordes para evitar las consecuencias de fuertes precipitaciones.
"Pensamos que el Consejo de Defensa del Estado va a impugnar el fallo ante la Corte Suprema", sostuvo el abogado Adolfo Ortega, quien llevó la causa desde un principio.
vecinos afectados
"Por una parte es bueno que hayamos ganado un fallo, pero lo malo es el monto que están ofreciendo, es una burla para la gente que sufrimos tanto con las inundaciones del 2006, con la cual perdimos todo, incluso hubo personas que fallecieron", manifestó Patricia Campos, delegada de los pasajes de la Junta de Vecinos de la Villa Huáscar.
"Fue algo terrible, aún lo tenemos en la sangre, en las venas, porque uno ve alguna inundación en la televisión y se le viene a la memoria de inmediato todo lo que nos tocó vivir", añadió.
"Aquí en General Novoa con Puchacay llovía y siempre se inundaba, pero ese año (2006) comenzó a llover y el agua comenzó a subir, pero nunca pensamos que iba a subir tan rápido y tanta agua. En mi casa tuve un metro treinta de agua. En ese entonces mi casa era de un solo piso por lo que no tenía la alternativa de subir mis cosas a un segundo piso. Tratábamos de subir las cosas con mis lolos, pero no sacamos nada, porque el agua subía y subía. Perdí todo y más encima tenía a mi esposo recién operado de la rodilla", recordó la vecina del Callejón Puchacay.
"Además teníamos que estar en nuestras casas, pendientes de nuestras cosas, porque andaban carretones robando", añadió.
"Los quinientos mil pesos que recibiríamos por indemnización es una miseria en comparación a lo que perdimos con las inundaciones de ese año", sostuvieron Mario y Carla, matrimonio que el 2006 vivía en el sector Collao.
"Al frente hay un edificio que tiene un estacionamiento subterráneo, de ahí no se salvó ningún auto", añadieron. J
"Con este fallo histórico, la Corte está mitigando, en parte, todo el daño que sufrieron las familias que perdieron todos sus enseres, muebles y electrodomésticos producto de la inundación de agua y barro que entró a sus modestas viviendas", manifestó el senador del MAS, Alejandro Navarro, quien los apoyó desde el 2006.