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A sus 42 años, el recordado goleador de la UC, San Lorenzo y Boca Juniors, Alberto Acosta, fichaba en Fénix, elenco del ascenso argentino, donde se dio el gustito de compartir cancha con su hijo Mickael, de sólo 18 años.

Un claro ejemplo de que padre e hijo pueden convivir juntos en un terreno de juego en el ámbito profesional, y defender de forma competitiva los mismos colores de una camiseta.

Y si ocurre en el fútbol rentado, con mayor razón en el amateur, como se vio en las últimas semanas en las canchas de Talcahuano, donde Nelson Vicencio y su retoño, Andrés, armaron la dupla "Vicegol", jugando juntos en varios partidos por Primera Adulta del Juventud Salinas.

Nelson, de buen juego aéreo, goleador innato y ambidiestro; Andrés, rapidito, buen dominio de balón, efectivo en el área y en el juego colectivo, son las características de padre e hijo respectivamente, y que demostraron en las últimas cuatro fechas del torneo de Clausura de la Asociación Talcahuano.

De hecho, ambos se las arreglaron para aportar lo suyo a su equipo en los cuatro partidos donde jugaron juntos: empate sin goles ante Juventud Everton; triunfo sobre San Vicente 2 - 0, con dos goles de Andrés tras igual número de asistencias de su progenitor; victoria 2 - 0 sobre Nueva Estrella, donde se invirtieron los papeles, pues Andrés fue el asistente para los dos golazos de su papi; mientras que ante Católica Arenal, marcaron uno cada uno en la derrota de su equipo por 4 - 2.

Imborrable

Más allá de los números, lo importante para ambos es vivir esa experiencia de tener corriendo al lado a quien le dio la vida, o ver cómo su retoño busca llegar a un pase de padre.

"Estas son las cosas lindas que te entrega este deporte, compartir cancha con el que me dio las armas para jugar al fútbol, mi papá, y defendiendo al más grande", comenta emocionado Andrés, de 22 años, 25 menos que su progenitor, y titular en Primera Adulta del Juventud Salinas.

Para Nelson, quien es parte de la serie Súper Senior del equipo chorero, es todo un orgullo. "Lo llevaba desde pequeño a la cancha, apenas caminaba, y ahora jugar juntos, una tremenda alegría. Su pasión por el fútbol me recuerda cuando yo era joven, y hoy con 47 años, el fútbol me llena de dicha", apunta el mayor de los Vicencio, destacando a otro de sus hijos, Javier, quien las oficia de arquero y además es preparador físico en Deportes Tomé. "Y viene en camino Emiliano Alonso, que de seguro seguirá esta tradición familiar de los Vicegol", apunta. J