Ser de derecha o izquierda puede estar en los genes
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El cerebro humano, advierten fuentes expertas en anatomía, es un órgano metafóricamente plástico y amoldable. Se trata, aclaramos, de la capacidad que tiene para adaptarse e ir aprehendiendo conocimientos a través de los distintos estímulos que lo rodean.
Por eso, explica el catedrático de psicobiología de la Universidad Autónoma de Barcelona, factores como "el lugar de nacimiento, la clase social, la familia y el ambiente en que nos criamos" influyen directamente en las decisiones que se toman. Y estas van desde la postura política hasta el equipo de fútbol. Es decir, ser de Colo Colo, la U o la Católica sí está determinado, en parte, por factores socioculturales. También adherir a un partido de izquierda o de derecha.
Sin embargo, y he aquí la novedad de la postulación de Morgado, los genes también inciden a la hora de inclinarse por una u otra opción, independiente del ámbito del que se trate. Y eso, explica el perito, se debe a que evidentemente no todos los cerebros responden de igual manera a la hora de ser influidos.
Un estudio de las universidades de Nueva York y California, publicado por Nature Neurscience, detectó que las personas liberales, por ejemplo, tienen más sensibilidad neurocognitiva que los conservadores. Y esta menor sensibilidad de los conservadores hace que sean más estructurados. Otro estudio de la University College de Londres reveló que que los liberales tienen un mayor volumen de sustancia gris, es decir, de neuronas.
Así, se determinó que efectivamente ser de derecha o izquierda puede estar influenciado por los genes que llevamos dentro. J
Otros estudios indican, además, que las personas con altos niveles de cortisol (la hormona del estrés) son menos proclives a ir a votar que quienes se estresan menos.
Esto hace pensar que el estrés es uno de los factores que influye en el alza de las tasas de abstención en las elecciones que se ha visto a nivel mundial.