Nada detiene a penquista para llegar a San Silvestre
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Nada lo detiene. Ni siquiera el sesenta por ciento de discapacidad psíquica o mental que indica su carné del Registro Nacional del área. Es que a los 49 años de edad el penquista Alfredo Silva es un hombre "ducho", como él mismo dice.
Ducho no sólo en la vida y en cómo salir adelante, sino también en el atletismo, pasión que lo tiene a diez días de decir presente en la categoría "capacidades especiales" de la San Silvestre, la más famosa corrida internacional que el miércoles 31 del presente, y con 30 mil participantes, disputará su nonagésima primera versión en la megalópolis de Sao Paulo (once millones y medio de habitantes), Brasil.
A la prueba de quince kilómetros que parte a las 8.00 horas de Chile (9.00 de Sao Paulo), que recorre un trazado de pavimento y que se disputa bajo una temperatura cercana a los 30 grados Celsius, Silva debió haber llegado hace un año, pero la falta de dinero lo dejó en casa, con bronca, pero también con el desafío autoimpuesto de que el 2015 iría "a toda costa".
"Me ha costado mucho trabajo y sacrificio, pero ya puedo decir que iré a La San Silvestre", comenta el deportista mientras sostiene en la mano derecha el pasaje de ida que, tras dos días y medio de viaje en bus, lo dejará en su destino.
ayuda ciudadana
En la mesa, en tanto, está el ticket de vuelta. Ambos costaron 180 mil pesos, una verdadera "ganga" que el fondista agradece, y que varios colaboradores anónimos gestionaron, pues aparte de no tener los recursos, Alfredo no sabe leer. Menos contar dinero.
"Imprimí una lista y pedí aportes a distintas personas. Quien quería ayudarme se anotaba con el monto que podía. Así junté la plata para los pasajes. Ahora hago lo mismo para la alimentación y el alojamiento. Aún tengo tiempo para sumar unos buenos pesos", expresó al tiempo que en voz alta repasa la cronología de la que dice será "la experiencia deportiva más grande de mi vida, al menos por ahora".
"Como no sobra plata, parto solo. De Concepción salgo a las 00.08 de este sábado a Santiago, por lo que la Navidad la iniciaré viajando. El mismo 26, pero a las 8.15 de la mañana, tomo el bus hacia Sao Paulo. Estaré llegando el lunes 28. Descansaré lo que quede del día para el 29 ir donde la organización a pagar la inscripción (tiene el número 359605, que obtuvo vía la página web de la carrera) de 145 reales ($25.762) y retirar el kit de carrera y el chip (que lleva los datos del competidor y que sigue y mide su recorrido). El 4 de enero viajo de vuelta. Acá estaré el 6 ó el 7 de enero", detalló.
El viaje en sí no asusta al "Correcaminos", quien si bien nació y se crió en la "Perla del Bío Bio", ahora vive en la comuna de San Pedro de la Paz.
De hecho, no es primera vez que sale fuera de Chile a medir fuerzas. Ni siquiera es la segunda.
Ya estuvo dos veces quemando zapatillas en Argentina y viajando en su estilo, en solitario.
"El 2014 competí en Mendoza (primero en su categoría) y este año en el Patagonia Run de San Martín de Los Andes (28), siempre en los diez kilómetros. Esa experiencia la debo aplicar ahora", destacó quien convive con Blanca Bascuñán, con quien tiene dos retoños: Sofía, de 9 años de edad, y Miguel Ángel, que a sus cuatro "primaveras" ya le sigue el paso en las corridas (ha participado en tres).
Además, está la posibilidad de que en Sao Paulo cuente con ayuda en cuanto llegue al terminal rodoviario.
"Es algo que se está gestionando. Ojalá resulte. De lo contrario, andaré dando botes", manifestó el atleta, quien trabaja para Preserva (empresa dedicada a la creación y mantención de áreas verdes) en el Segundo Juzgado Civil de Concepción, donde debe volver a laborar el 8 de enero.
Si lo del guía no prospera, hay Plan B.
"Entonces tendré que quedarme en algún lugar lo más cercano al punto de largada, y hablar con prácticamente nadie, pues me han dicho que allá la delincuencia es seria", dijo, para luego adicionar que "por lo mismo, voy con lo justo: un bolso con dos pares de zapatillas, tres poleras, cuatro o seis pares de medias y los elementos personales de limpieza".
la vestimenta
Las camisetas tienen su propia historia.
"Las mandé a confeccionar. Llevan mi nombre y apellido, más la bandera chilena y el escudo y nombre de Concepción. Para evitar al máximo la transpiración, no tienen mangas", precisó.
Una versión de esas poleras (con manga corta eso sí) la estrenó el domingo antepasado en los 10K de la Corrida de la Primavera de Chiguayante, su última exigencia antes de la San Silvestre.
"Gané mi categoría con 53 minutos. Proyectando ese tiempo a los 15K, y teniendo en cuenta las condiciones de carrera de Sao Paulo, estimo que podría terminar la prueba cerca de la hora y media, y sin parar", aseguró.
"De que termino, termino. No puedo adelantar si lograré estar entre los tres primeros de mi serie. Sería ideal si se da, pero ya llegar a la meta significará un gran premio para mí", sentenció. J