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Cerca de cien funcionarios de la Policía de Investigaciones, 24 carros y hasta un helicóptero participaron del allanamiento a doce casas de la localidad de Alto Antiquina. La diligencia policial dejó un total de siete detenidos y la incautación de armas de fuego, municiones, pasamontañas y ropa de camuflaje utilizada, según la fiscalía, para cometer asaltos en la zona sur de Cañete.
Era alrededor de las cuatro de la madrugada cuando la policía civil llegó hasta el sector de Alto Antiquina para allanar las viviendas de los imputados por el delito de robo con intimidación, la mayoría integrantes de una misma familia. "Aquí hay una previa concertación, un trabajo organizado con autovigilancia y operaban en la clandestinidad durante bastante tiempo hasta que se les terminó esto hoy día", informó a La Estrella el fiscal Juan Yáñez.
Todos los detenidos, incluyendo una mujer, fueron formalizados por robo con intimidación. A la mujer del grupo se le imputó el delito de receptación y unos de los sujetos que mantenía el armamento en su casa fue formalizado por tenencia de armas de fuego. "Las armas las escondían en un solo lugar (en una bodega de una escuela). Ellos vivían a costa del delito y se dedicaban a delinquir, Acá no hay reivindicaciones ni tampoco alguna lucha de un pueblo", añadió el persecutor del Ministerio Público.
El jefe de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe), Christian Makuc, apuntó que la diligencia se trató de un trabajo en que no hubo lesionados. "Los atrapamos cuando dormían sin darles tiempo de actuar (...) había una investigación con trabajo de inteligencia que permitió una operación exitosa. Estábamos hace tiempo tras los pasos de quienes cometían robos con intimidación en la Ruta P80 que une la localidad de Antiquina con Contulmo", detalló el subprefecto de la policía civil. J
Cabe recordar que durante la semana pasada, el fiscal regional del Bío Bío expuso ante el Congreso los avances desarrollados por el Ministerio Público en torno a las investigaciones por diversos hechos de violencia registrados en el sur de la provincia de Arauco, específicamente en las comuna de Tirúa y Cañete. En la oportunidad se habló de tres orígenes: robo de madera, problemas entre grupos familiares y reivindicaciones territoriales.
