Agricultores de Contulmo luchan por recuperar la frutilla blanca: más dulce y jugosa que las fresas
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Telemaco Paredes, agricultor, recuerda los años de gloria en los que viajaba hacia Concepción en tren, cargando cientos de kilos de frutilla blanca. En la capital penquista, cuenta él, se la peleaban. Asegura que rara de encontrar y muy cotizada por su aroma. Hoy en día, es aún más difícil dar con ella, porque la que la fresa roja está en todos lados y a mucho menor precio es su gran competidora.
Explican quienes la cultivan en Contulmo, como Nubia Muñoz, que la frutilla de esa comuna es especialmente aromática y que su olor sirve para impregnar preparaciones como postres y tragos, especialmente el borgoña, hecho con vino y fruta picada.
Ha ido desapareciendo
Telemaco cuenta, que la Frutilla Blanca sólo se da así de rica y a ese nivel de producción en la cordillera de Nahuelbuta, entre Contulmo y Purén. Pero en los últimos años, la cantidad que han podido tomar de los cultivos ha bajado considerablemente desde que tuvo su apogeo entre las décadas del setenta y ochenta.
Por su parte, Edita Silva, esposa de Telemaco, contó desde la localidad de Maceral Bajo, que actualmente se está dando cerca de un 10% de lo que se conseguía hace algunas décadas.
"Cuando yo era niña, esto se daba en abundancia. Por ahí en los años setenta, fue el auge de la frutilla. Quizás era que, en ese entonces, todo era más natural, sin productos químicos. Acá los viejitos que me criaban, no le echaban ningún tipo de abono, nada. Se cultivaba sobre la base del puro terreno y de ahí lo que venía era sólo el manejo", explicó.
La escasez del producto ha hecho que su precio también se incremente. Actualmente, su valor de mercado bordea los diez mil pesos el kilo, pero los agricultores que la cultivan aseguran que la calidad de la frutilla blanca lo vale.
Esperanza frutillera
Según contó Telemaco, que ha dedicado toda su vida a las hortalizas y plantaciones, "tenemos esperanzas de volver a tener esa producción. Esperamos que cargue, como se dice".
Recordó que en su juventud, "nosotros generábamos unos mil kilos de frutillas. Ahí era cuando la llevábamos a Conce. A la gente le encantaba que fuese de esta zona de Nahuelbuta, porque sabían que les estábamos llevando unas de mejor color y mayor tamaño, una frutilla que es más pálida".
Él, especialmente, quiere recuperar esos días en los que su campo se llenaba de frutillas blancas.
Buscan salvarla
Por ello, los agricultores frutilleros se han dejado asistir por ingenieros y científicos del Instituto de Investigaciones Agropecuaria (Inia) Quillamapu. Buscan, en conjunto, revivir la especie que fue cultivada incluso, por los primeros mapuches que habitaron la Cordillera de la Costa.
La pega que han hecho con los profesionales, explica la ingeniero agrónomo, Cecilia Céspedes, "busca determinar qué ha llevado a su disminución de la frutilla blanca, tanto en su superficie como en su producción. Está en peligro de que se pierda".
Para los agricultores de Contulmo y Purén, su desaparición sería perder parte de la historia de ambas comunas. Según contó Telemaco, muchas personas compraron casas y lograron educar a sus hijos gracias al cultivo del pálido fruto.
En laboratorio
Por otro lado, la ingeniero agrónomo explicó que, "hemos tomado muestras de frutilla para recuperar su salud a través del trabajo en laboratorio de recursos genéticos. Muchas de las que ellos tienen están enfermas, por lo que estamos multiplicando las plantas". Añadió que "esta zona, Nahuelbuta, se caracteriza porque la frutilla blanca (fragaria chiloensis) se da en forma nativa. Los agricultores, en el pasado, producían hasta seis veces más de lo que se está produciendo ahora.
Céspedes agregó que, "desde una mirada agroecológica, investigamos cómo valorizarla y fomentarla. Lo hemos hecho desde tres miradas: manejo del suelo, del agua y la eficiencia de los recursos a través de sistemas más tecnificados. Además, hemos hecho capacitación con los agricultores sobre el control de plagas y malezas".
La capital mundial
Hace quince años, un grupo de investigadores franceses de la localidad de Plougastel Daoulas, en donde también se producen fresas, denominaron a Contulmo como "La Capital Mundial de la Frutilla". Para ello se basaron en la calidad del terreno en el que, año a año y pese a la baja, se producen aún cerca de nueve toneladas anuales del fruto blanco.
Cada cierto tiempo, delegaciones francesas viajan a la Provincia de Arauco para aprender de las especiales condiciones que otorga la Cordillera de Nahuelbuta. De acuerdo a los registros históricos, la frutilla blanca fue llevada a Francia desde Arauco en 1772 y, gracias a eso, la citada localidad pudo especializarse también en esta producción agrícola.
Los agricultores de Contulmo esperan que su comuna recupere con razones el título otorgado. Nubia Muñoz, quien trabaja las plantas desde hace más de tres décadas, indicó que "ahora vamos a plantar probando de diferentes maneras, con conocimientos que no manejábamos y que nos ha enseñado, para ver si logramos que vuelva a dar esa raíz grande que tenía". J