Dos penquistas quieren llevar la cosmética natural un paso adelante gracias a la ciencia
cecilia.bastias@estrellaconce.cl
Productos de cosmética a base de vegetales y con propiedades medicinales son los que fabrican dos ingenieras penquistas, que desde el 2013 están incursionando en este mercado y con un público en franco crecimiento.
Se trata de Flor Esencia, el emprendimiento que llevan a cabo Carolina Salazar (32), ingeniera en Biotecnología, y Evelyn Bustos (33) ingeniera química. Ambas se conocieron realizando un magister.
Carolina estaba conociendo de los aceites esenciales y utilizándolos en aromaterapia, pero las dos se dieron cuenta que ese no es un mercado muy conocido aún en la zona, por lo que pensaron en agregar esos aceites en distintas cremas, jabones y productos cosméticos.
"Formulamos un proyecto a Innova Bío Bío y con eso pudimos hacer que la empresa se iniciara. Partimos con los aceites esenciales y de ahí nos saltamos a la cosmética natural. Que va de la mano, por ejemplo, con los aceites de lavanda que los puedes poner en la crema, tiene el aroma que te ayuda si estás con mucho estrés y también a desinflamar la piel", detalla Carolina.
Durante este tiempo han vendido muchos, según comentan, y han aprendido bastante del mundo de la cosmética. Incluso han realizado varios cursos sobre el tema. "Nosotras usamos todo de origen natural y utilizamos los aceites en concentraciones importantes dentro del producto. A veces, un gel de aloe vera tiene un uno por ciento de aceite esencial, pero el nuestro no", comenta.
El precio de estos productos, si se compara con las grandes marcas de cremas para la piel, es bastante económico. En cuanto a la competencia artesanal, afirman que intentan equilibrarse. Van desde los 2 mil 800 hasta los 18 mil 900 pesos. "Tenemos cremas faciales, de cara y de manos, aceites esenciales, exfoliantes, gel reductivos y pomadas medicinales", señala.
El sello de estas dos ingenieras es que además de ser un producto netamente penquista, está fabricado por personas que tienen conocimientos científicos, muy útiles en el proceso de fabricación. "Nos ha servido mucho tener títulos profesionales dedicados al tema de la investigación, porque ya trabajábamos con plantas. Hay muchos artesanos que empiezan a indagar, lo que es bueno, porque hay más alternativas, pero nosotras sabemos cuál es la molécula que hace bien del aloe vera", afirma.
"Queremos potenciar las marcas y que se empiece a hacer conocido el producto. Para poder seguir creciendo, hemos pensado en el maquillaje, pero eso sería más trabajo y primero tendríamos que afirmarnos bien. Es una línea que hemos pensado llevar a cabo, porque el maquillaje sí que tiene muchos químicos en general y se pueden hacer productos más naturales, menos dañinos", establece.
100% naturales
Hasta el momento las dos socias trabajan con un técnico destilador de aceites. "Cuando elaboramos los productos hacemos todo y nos preocupamos que todos los ingredientes sean de origen vegetal. Otras marcas, en cambio, usan productos químicos y derivados del petróleo como parafina, vaselina y hacen mucho daño en la piel. A lo mejor uno piensa que no, porque la marca es prestigiosa, pero traen secuelas a la larga", relata.
Su laboratorio está camino a Florida. "Tratamos de ir dos veces a la semana a fabricar productos (ambas trabajan en el área de la investigación en la Universidad de Concepción), y nosotras queremos en el futuro cultivar todas las plantas para tener un proceso biotecnológico con ellas. Ahora trabajamos con recolectores de la zona y les enseñamos a podar el boldo, por ejemplo", dice Carolina, dando cuenta que su proceso va desde la recolección el vegetal hasta la envoltura.
"La recompensa es que alguien llegue a contarte que se le arregló su piel, en ese momento uno se siente muy bien, por eso tenemos ya algunas clientas fijas que siempre están pidiendo sus cremas", asegura.
"Una chica que ahora es nuestra clienta, llegó después de un viaje a Isla de Pascua con la cara muy manchada por el sol, ya había probado otros productos y nos encontró. Probó la crema antimanchas y se le arregló la cara, la usó tres meses. Siempre está esperando su crema. Otra señora, que su mamá tenía soriasis, con la pomada de matico le funcionó", relata la joven emprendedora.
Hay una desventaja en estos productos, según manifiesta Carolina, y es que debido a que no utilizan preservantes químicos no tienen una duración muy larga. "Sólo usamos preservantes de origen vegetal y por eso las cremas sólo duran cuatro meses", apunta.
De las esencias que utilizan, aseguran que prefieren lo nativo y originario de la zona, pero también trabajan con las plantas más popularmente conocidas por sus propiedades medicinales. "Estamos trabajando con varias esencias, primero lo nativo y la Región del Bío Bío, aquí hay mucho peumo, boldo, que es un desinfectante natural y el peumo tiene es un antireumático", detalla.
"Trabajamos con el matico, la rosa mosqueta, el canelo también. El canelo te ayuda a despertar, si uno está medio bajoneado el canelo sirve, y para la piel, para la gente que tiene varices, tiene un olor súper rico bien cítrico", describe.
Actualmente están presentes en una tienda en la Galería La Hechicera y otra en San Pedro de la Paz, además están en la muestra de Bazar Viste Tu Plaza en el Mall del Trébol. También es posible comprar a través de la página web www.floresencia.cl. J