Arte Terapia: el poder para sacar el mejor potencial de los adultos mayores de Concepción
karen.retamal@estrellaconce.cl
Ha sido testigo de cómo algunos de los adultos mayores que han llegado hasta el Centro Integral del Adulto Mayor (CIAM) han ido evolucionando. Muchos ni siquiera sabían tomar un lápiz, pero sentada en la sala de exposiciones Federico Ramírez de la Municipalidad de Concepción, la profesora de Arte Terapia, Marcia Clark se sorprende con el resultado de sus 22 expositores. Con menos o más técnica, lo que está ahí son obras de arte, parte de la muestra "Memorias de un tesoro".
Dejarse llevar
Licenciada en Arte con mención en pinturas de la Universidad de Concepción y con un postítulo en Arte Terapia en la Universidad de Chile, desde el 2007, aproximadamente, Marcia Clark comenzó con esta disciplina en algunos centros como El Faro de Talcahuano, en un instituto de niños con Síndrome de Down y después en el Hospital Higueras, donde trabaja con niños y adolescentes con patologías en salud mental y, paralelamente, en el CIAM, donde llegó hace unos dos años con la Arte Terapia.
"Las clases no son técnicas. No es el mismo concepto de la clase técnica de arte. Acá la idea es priorizar el proceso ante la obra final. Si bien estoy apoyando que la obra quede bien, yo estoy trabajando en el proceso. Se activa la creatividad, procesos cognitivos, la memoria, la motricidad, es un lenguaje no verbal", explica la profesora.
Para ella, trabajar con adultos mayores fue bastante interesante, pues "esa parte está bastante dormida y fue como revivir lo que ellos tenían. La consigna acá es que no tienen que saber ni dibujar, ni pintar antes, ni nada porque la idea es expresarte a través de los materiales artísticos. En la medida que vas tomando seguridad en ti mismo, se va notando y vas reforzando alguna técnica o alguna inquietud de aprender alguna cosa específica como un paisaje, figura humana, por ese lado tú vas trabajando", explica.
Los resultados, dice, son impresionantes. "Nosotros habíamos hecho el año pasado una primera versión de concretar un proceso, porque la exposición es concretar y validar un proceso final de todo un período largo. Fue el año pasado en la Biblioteca Viva del Mall Plaza Bío Bío. Fue más pequeñita, pero igual de interesante", señala.
Marcia agrega que "esta vez, ya fue con grandiosidad. Esta sala es inmensa y ver todos los procesos de todos los usuarios, en esta sala expuesta como punto final concretado, es impactante para mí, como arteterapeuta, como la persona que los está guiando, que los está ayudando, ver las obras así, fue un remezón fuerte".
cambios
Entre uno y dos días a la semana, Marcia Clark es testigo de los cambios y el proceso de sus alumnos. Según revela, los avances hacen que ellos se sientan cada vez más útiles.
"Sienten que se están expresando y que están haciendo algo. Es un proceso de transformación. Todo lo que puedas sentir de forma emocional, que quizás te aproblema por alguna situación, en esta terapia la transformas. Qué mejor que hacerlo en una obra bella. Se va haciendo todo un trabajo de autoestima, seguridad y la persona siente que sí es buena, empieza a sentirse segura. Tengo algunos usuarios que llegaban con un bastón y caminando apenas. Hoy se van y se les olvidan que llegan con él", relata.
"Todo esto es un tema de la cabeza. Estas con tan buen ánimo, contento, esperando tus clases, en el grupo se arma un vínculo, donde se retroalimenta, se crea un ambiente donde te desconectas de como llegas, como una preocupación. Estás tan pendiente en una hora y media del trazo, de la mancha, de la flor, que ya se te olvidó con lo que cargabas", añade.
las beneficiadas
Fue el libro llamado "El arte de envejecer", que una vez le regalaron parte de la inspiración de Olga Valenzuela, de 71 años. Ella fue una de las expositoras y, además, su obra "Siembra" fue la ilustración principal del flyer de la exposición.
"Es fabuloso el curso, más encima te dan los materiales. El año pasado alcancé a pintar cosas chicas y este empecé con cosas más grandes. Creo que tengo un poco de talento. Siempre me gustó el dibujo y la pintura, no soy una experta, pero me gustaba", confidencia.
Para ella, el curso fue toda una experiencia. "Me sentí súper bien, relajada. Como que te aíslas, Marcia te guía en lo que debes hacer. Uno se mete en la pintura y no conversa con los demás. Se pasa volando la hora", dice.
Además, a Olga le gustaría seguir pintando. Es más, ahora está viendo cómo hacer un personaje. Es que estar en este taller le ha cambiado la vida, pero siente que a otros les ha hecho mejor.
"Para la gente que tiene problemas, es una excelente terapia. Hay gente que ha llegado que nunca ha tomado un pincel. Es increíble que a medida que van desarrollando sus pinturas, se dan cuenta que tienen talentos", señala la incipiente artista, de quien, al igual que otros, se puede adquirir su obra en el CIAM.
Velia Pérez, usuaria activa del centro y quien también tuvo la oportunidad de mostrar sus trabajos de arte en el punto cultura Federico Ramírez, destaca que "asistir ha sido un gran aporte para mi vida. Estoy en el taller literario, el de pintura, por supuesto, y también en el de artes musicales, donde descubrí nuevas habilidades y a desarrollar talentos que nunca imaginé que tenía"
"A esta edad no nos podemos mutilar, tenemos que sacar los tesoros que tenemos escondidos, por eso el CIAM es un gran aporte para nuestra vida. Encontramos sanación en el cariño que nos dan nuestras y nuestro instructores y liberación al momento que entramos en el proceso creativo", destaca. J