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¿Quién no ha dicho sobre su perro que sólo falta que este le hable por lo fluido que se comunican entre sí? No es una locura que las personas logramos establecer formas de comunicación con nuestras amadas mascotas, primero porque los entendemos y ellos nos entienden a nosotros y, segundo, porque ellos en realidad se comunican a través de distintas formas. Una de las más comunes es el llanto o lloriqueo -bastante manipulador a veces- de nuestros amigos de cuatro patas. En esta columna quiero contarles qué significa ese no siempre amigable sonido que hacen.

Son muchas las razones que los llevan a llorar pero una de las más comunes es la ansiedad y el estrés. Cuando ves que tu perro lloriquea y a continuación ladra, es una señal de estrés importante. En este sentido, es tu tarea descifrar qué puede llevar a tu perro a estar estresado. ¿El aburrimiento? ¿Lo sacaste a pasear suficientes veces? ¿Tiene juguetes? Son múltiples razones que al igual que nosotros pueden ponernos irritables.

La sumisión es otro motivo de llanto. Los perros que ante otros perros o personas se manifiestan de forma sumisa necesitan más confianza en ellos mismos para que las relaciones sean equilibradas. Normalmente, estos perros ante el contacto con otras personas se ponen a los pies de otros canes, lloriquean, mueven la cola entre sus piernas y evitan el contacto visual lo que es señal de tensión por falta de confianza.

La emoción también hace que lloren. Cuando llegas a tu casa o le muestras la correa, los perros que son muy excitables lloriquean de alegría. Se unen a los sollozos, saltos, vueltas y hasta ladridos cuando ven a una persona que quieren o les agrada. En este caso, hay que educar al perro a autocontrolarse. Para ello, enséñale a sentarse, a calmarse y a saludar en un estado de mayor tranquilidad.

Por otra parte está el tema de que quieren atención. Este tipo de lloriqueo lo utilizan mucho los cachorros. Suelen usarlo para llamar la atención de sus dueños cuando se encuentran solos, sobre todo por las noches. Para evitar estos sollozos hay que ignorar al pequeño can. Suele pasar en la primera semana del cachorro en casa, por lo tanto, hay que sufrir un poco esos días, pero evitarás reforzar el lloriqueo. Si siempre que el cachorro llora, acudes, fortalecerás este comportamiento y más tarde te costará mucho más eliminarlo.

Sobre el llanto por dolor, es uno totalmente distinto. Observa si tu perro tiene alguna herida, cojea o si es ya mayor le cuesta levantarse. Hay que estar atento y siempre acudir al veterinario.

Por otra parte está la reacción frente a la petición, por ejemplo, cuando tu perro ha aprendido cosas, como que hay que hacer sus necesidades afuera, y pide que le abran la puerta lloriqueando. Es una forma de llamar la atención que debes evitar. Ignora esta conducta cuando lloriquee, porque de lo contrario, se acostumbrará a llorar por cualquier cosa.

@FranCorralS / Francisca Corral | Directora de fundacionjulieta.cl