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Alertan sobre los peligros de la automedicación universitaria

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Entre los últimos días de noviembre y mediados de diciembre, los universitarios penquistas redoblan sus esfuerzos para aprobar sus ramos. Se someten a largas jornadas de estudio, intensifican sus tácticas de aprendizaje, se desvelan, toman mucho café y, algunos, utilizan fármacos con el objetivo de "estar más atentos".

Para los expertos, el consumo de sicotrópicos es absolutamente rechazado sin no hay un tratamiento y receta médica de por medio. Por ello el llamado es a la conciencia de los jóvenes y también a los padres a estar alerta ante el uso de este tipo de sustancias.

"Cuando tengo que hacer trabajos a última hora o tengo mucho que estudiar, tomo Modafinilo (nombre del genérico)", señaló Javier, estudiante de una universidad penquista.

"A fin de año se da bastante el comercio de estas pastillas, por razones obvias. A mí me las regaló un amigo, pero tengo entendido que hay personas que las venden por unidad en la U", señaló.

Felipe, estudiante de Derecho, reconoció que también consume fármacos para estudiar y que en ciertas partes venden a mil pesos la pastilla.

"Con el efecto del medicamento tienes más retención de los conocimientos", confesó el estudiante, quien agregó que "después se te seca la boca y te duele la cabeza, pero de otra manera no me daría el tiempo para poder estudiar".

"La primera vez que tomé la pastilla me asusté, porque se me aceleró el corazón", contó. "(El medicamento) te deja despierto toda la noche, pero a la tarde siguiente te sientes sin fuerza, demasiado agotado. Después duermes todo lo que no pudiste por los medicamentos", agregó.

Opinión de especialista

El siquiatra Vladimir Hermosilla, médico del Hospital Las Higueras de Talcahuano, habló acerca de los peligros que tiene el consumir este tipo de sustancias sin supervisión médica.

"El Modafinilo trabaja directo en el sistema nervioso central, por lo que no es prudente ocuparlo sin indicación médica", señaló.

Según el especialista, el mayor problema radica en que el fármaco está diseñado para combatir trastornos del sueño, como la narcolepsia o para acostumbrarse a un horario no habitual. Asegura que no está diseñado para aumentar la concentración o tener un mejor desempeño a la hora de estudiar.

"La automedicación siempre es peligrosa, sobre todo cuando los fármacos se utilizan en cantidades mayores a lo indicado. Imagino que los jóvenes no se toman sólo una dosis", comentó.

Para Hermosilla, el mal uso del Modafinilo puede derivar en "arritmias y taquicardias. Incluso puede generar reacciones alérgicas".

El profesional informó que la mezcla con otras sustancias, podrían empeorar los efectos negativos. "Si junto con el fármaco toman café, fuman o consumen bebidas energéticas, el riesgo es mayor y puede derivar en problemas graves para el organismo", advirtió.

"Lamentablemente estos medicamentos están de moda. Los estudiantes son poco organizados y creen que pueden suplir esa falencia con pastillas", declaró Hermosilla.

"El Modafinilo no sirve para concentrarse, de hecho, puede derivar en pérdida de la memoria a corto plazo", enfatizó el siquiatra.

El químico farmaceútico y docente de la Universidad de Concepción, Rodolfo Mundaca, señaló que "para limitar el mal uso de estos fármacos, hace cinco o seis años se exige receta e incluso se retiene en la farmacia". J