A los 78 años de edad, y producto de una neumonía, falleció ayer en Santiago el ex futbolista y comentarista deportivo Néstor Isella, ídolo de Universidad Católica y quien por años fue uno de los rostros del área deportiva de Canal 13, junto a Alberto Fouillioux y Julio Martínez. El argentino, que luego se nacionalizaría chileno, inició su carrera en Unión de Santa Fe, y defendió también a Boca, Gimnasia de La Plata y River Plate, antes de arribar en 1963 a Chile para jugar en la UC, club con el que se identificó y donde se retiró en 1970. Como entrenador, dirigió entre otros a Unión Española, la propia UC y el Conce en los '70. Luego alcanzó notoriedad como comentarista y relator de fútbol en el 13, donde junto a Fouilloux condujo el programa "Futgol".

"Néstor Isella significó mucho para todos los que somos hinchas de Universidad Católica y del fútbol en general, aportó como volante en nuestro equipo por siete temporadas, y también como DT, logrando un sello diferenciador de buen fútbol y siendo partícipe del campeonato obtenido en 1966", señaló el presidente de Cruzados, Luis Larraín.

En Concepción, Rolando García lo recordó como "un gran mediocampista". "Tenía una condición especial para tirar los penales, nunca tomó carrera, tenía una técnica extraordinaria y muy pocas veces erró", contó el ex lila quien ya no estaba en el Conce cuando Isella llegó a dirigir en 1974, pero tiene gratos recuerdos de su persona. "A nombre de la Mutual de Ex Jugadores de Deportes Concepción nos sumamos a las muestras de pesar y enviamos nuestras condolencias a la familia y la gente de Universidad Católica", agregó. J

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Un salto de 13,35 metros convirtió a Norka Moretic Soruco, una ciudadana chilena de 17 años y 172 centímetros, en una mujer casi famosa. Fue hace dos semanas, durante el Interescolar que se disputó en el Estadio Nacional, y se trató de una serie de movimientos elegantes que le permitieron batir el récord nacional de salto triple. Así, Norka, la ex anónima, saltó (literalmente) al estrellato.

En los siguientes 13 días, explica, dio una docena de entrevistas. Posó, por ejemplo, para una sesión de fotos para un diario de circulación nacional. Un canal de televisión abierta la grabó y le dedicó 137 segundos en su noticiero central. Un portal de noticias, incluso, la comparó con Isidora Jiménez y un medio reputado publicó que la actual campeona del mundo de la disciplina, a la edad de Norka Moretic, saltaba 45 centímetros menos.

los pies en la tierra

Han sido, dice Norka, quien está en tercero medio en el Colegio Manquehue y tiene promedio 6,8 ("eso que soy súper chanta pa estudiar"), días sumamente agitados. Y ella, que al momento de dar esta entrevista acaba de salir de clases, aún no lo comprende: "Nunca pensé que iba a tener tanto impacto en los medios".

"Eeeh no, no me puedo sentir así, sé que quedé a muy buen nivel, que estoy en mi mejor momento, pero sentirme una de las mejores atletas chilenas, como me preguntaron una vez… no me puedo poner ese nombre. Además, la marca te juro que todavía no la puedo asimilar".

Hace 20 días la frase Tokio 2020 a Norka le resultaba totalmente ajena. Hoy, en cambio, le genera confusión. Después del récord nacional (batió la marca de 13,31 que registraba Macarena Reyes, de 27 años), dice que se lo preguntan a diario: ¿Está en sus objetivos los Juegos Olímpicos en Japón? "Nunca pensé en las Olimpiadas, pero ahora no lo descarto. Lo tengo presente, me está siempre rondando", responde Norka cada vez que alguien le repite la cuestión.

"Independiente de lo que me digan, obviamente hay presión. Porque en el fondo ya salió en todas partes, empiezan a salir estas comparaciones con la récord del mundo, con la otra, con no sé qué. Pero mi entrenador, mi familia, entre todos estamos tratando de que no me afecte".

Por ahora, agrega la joven atleta, su horizonte está acotado a 2016. El próximo año competirá en el Mundial Juvenil y dará la PSU. El récord, además, le da derecho a participar en una serie de competencias adultas.

Del futuro, la fama, las comparaciones y, por supuesto, Tokio 2020, Norka prefiere no hablar. "Hay que tener los pies en la tierra", filosofa. J