Cecilia Bastías Jerez
La presencia de gaviotas ya no sólo en las áreas costeras, sino incluso en el centro de Concepción, es un problema que va más allá de lo cotidiano y las molestias que puede ocasionar su presencia en los techos de casas o edificios. Se trata de un asunto ambiental, aseguran los expertos, que explican que cada vez las gaviotas tienen menos espacio libre para anidar y buscan las alturas de estructuras habitadas para poner sus huevos.
"No es que estén más lejos de la costa, sino que nosotros mismos les hemos ido quitando todos sus espacios", señaló Juan Acuña, presidente del grupo ambientalista Rucapiren.
"Hay dos especies que se volcaron harto a las ciudades. Una son las garzas chicas, que se ven mucho en los prados en las rotondas, que emigraron de un momento a otro. Y las otras son las gaviotas, que buscan nidificar los techos de los edificios", explicó.
"Normalmente cuando anidan lo hacen en acantilados y cuando aprenden a volar se caen al mar, pero ahora andan en medio de los autos y ahí se pueden morir o se pierden", señaló.
Mariela Gutiérrez, administradora de Fumigut, empresa de control de plagas, afirmó que el año pasado recibieron una solicitud de cotización por presencia de gaviotas en techos. "Habían muchas, es bien difícil de controlar, hay que subir y eso ya es peligroso. No es llegar y sacarlas, hay que erradicarlas, es decir ubicarlos en otro lugar. Limpiar y poner un gel que no las mata, pero las espanta", indicó, afirmando que "con tanto edificio, somos nosotros quienes hemos invadido el hábitat de estas aves", afirmó. J
Las gaviotas, según explicó el SAG, están listadas en el artículo 4° del Reglamento de la Ley de Caza, que incluye a todos los animales cuya caza y captura está prohibida. Por ello lo que se autoriza y recomienda es la utilización de medidas disuasivas que impidan el aposentamiento y nidificación de las mismas sobre techumbres de casas y edificios, por ejemplo pinchos o colocación de alambre tipo cerco eléctrico.