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Las historias y cuentos de los cementerios de Talcahuano

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Posiblemente, los cementerios son los lugares más solemnes que hay en las ciudades y las razones son evidentes para todo el que los ha visitado en alguna ocasión. Los motivos para acudir a un camposanto siempre están ligados a una pérdida, ya sea reciente o para conmemorar la partida de un ser querido.

A pesar del tono melancólico asociado a los recintos mortuorios, estos están llenos de historias, viejas costumbres y mitos urbanos -desconocidos por la mayoría- que enriquecen cada lugar y le entregan una mística distinta.

José Marín, trabajador del Cementerio Nº1 de Talcahuano, contó las historias tras los sepulcros y mausoleos que engalanan el camposanto del puerto.

Mausoleos gremiales

En las primeras décadas del 1900, era muy común que, al morir, los difuntos fueran enterrados en mausoleos asociados a su oficio, una tradición que se fue perdiendo con el tiempo.

Dado lo anterior, por ejemplo, en el Cementerio Nº1 de Talcahuano se puede apreciar el mausoleo de la Sociedad de Conductores de Vehículos, el cual fue fundado en 1918.

"En la época el transporte era en carrozas, incluso el transporte fúnebre. Las personas que tenían más plata, tenían más caballos tirando del vehículo", contó Marín, quien recuerda haber presenciado ese tipo de ceremonias cuando era niño.

Bajo el mismo concepto, pero en el Cementerio Nº2, se encuentra a su vez el Mausoleo de la Sociedad de Artes Mecánicas.

"Se dice artes mecánicas porque son de la época en que las personas construían sus propias herramientas. Ellos moldeaban los fierros con fuego y así iban creando sus propios artefactos para trabajar. Son unos de los forjadores del puerto de Talcahuano", reconoció el trabajador.

Tripulante del Dresden

El crucero alemán Dresden, tuvo participación en la Primera Guerra Mundial en 1914, específicamente en la bahía de Coronel. Era uno de los más modernos de la época, ya que fue pionero en tener turbinas, lo que lo hacía uno de los más veloces de la época.

Allí, la flota liderada por el capitán Maximilian von Spee, se enfrentó a la Real Armada Británica durante los combates que se llevaron a cabo en aguas nacionales. En esa batalla librada en las costas del Bío Bío ganaron los alemanes, pero posteriormente hubo revancha. "Dicen que los ingleses quedaron picados, tuvieron su revancha y capturaron a este hombre", señaló Marín, refiriéndose a Wilhelm Friedrich, maquinista del Dresden, que falleció en 1915 y cuyos restos yacen en el puerto.

Veteranos de guerra

Al recorrer el Cementerio Nº2 chorero, se pueden encontrar sepulturas de ex uniformados que batallaron en territorio nacional en diversos combates.

Paul Délano falleció en 1842 y hoy está sepultado junto a su esposa, Ann Ferguson, y sus hijos. En su lápida quedó el registro del curriculum marcial de este Capitán de Navío: Combatió en 1824 en la campaña de conquista de Chiloé y en la Guerra del Pacífico contra la Confederación Perú-Boliviana.

En el mismo camposanto, también se puede apreciar el sepulcro de Laureano Mardones Zambrano, quien también luchó en la Guerra del Pacífico.

Mito urbano

Los relatos populares están presente en todos lados y los cementerios del puerto no son excepción.

"No molesten el espíritu de la novia", señaló una transeúnte de avanzada edad al señalar una de las tumbas.

"Esto es parte de los cuentos que adornan el cementerio y se va relatando de boca en boca", señaló José Marín, quien explicó que existen dos mitos con respecto a la famosa mujer que habría sido sepultada con su traje de novia, en un sarcófago a principios de 1900.

Según los relatos urbanos, la primera teoría indica que el día de su matrimonio, la mujer fue atropellada por la carroza que la transportaba. La trágica escena habría conmovido a todos, lo que impulso a que fuera sepultada con la misma vestimenta.

La segunda historia sobre esta novia señala que habría muerto celebrando el acontecimiento, durante la fiesta en honor al compromiso.

Independiente de la causa del deceso, el fallecimiento de la novia es un cuento conocido y todos en el Cementerio Nº1 de Talcahuano le guardan respeto.

Además de la historia que rodea la tumba, el diseño llama la atención de los visitantes al camposanto porteño.

Cementerio simbólico

Siempre en Talcahuano, en el cerro de Lobos Viejos se emplaza un cementerio particular, debido a que es el único donde las tumbas no están ocupadas por osamentas de fallecidos.

En el lugar hay una veintena de animitas en recuerdo a los pescadores perdidos en el mar, de los que se perdió el rastro y, al no encontrar sus cuerpos, no se pudo realizar un servicio fúnebre tradicional.

Allí, familiares y amigos de los hombres de mar acuden para recordar a sus queridos pescadores que perdieron la vida.

El lugar, al igual que varias construcciones y lugares en la región, sufrió las consecuencias del 27-F, por lo que tras ello disminuyó la cantidad de animitas que engalanan el cerro Lobos Viejos en el puerto.

Concepción

En el Cementerio General de Concepción, hace un par de semanas se inauguró el Panteón a los Héroes de la Patria, para conmemorar a los hombres que lucharon en la Guerra de Independencia de Chile.

Hoy, en dicho rincón están los restos del prócer Juan Martínez de Rozas, quien fue un miembro activo en el proceso de independencia y llegó a ser Presidente de la Junta Nacional de Gobierno tras la muerte de Mateo de Toro y Zambrano en 1811. J