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El profesor chorero que enseña a manejar embarcaciones a los jóvenes de Escuela de Grumetes

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cronica@estrellaconce.cl

Talcahuano es cuna de variados talentos en los deportes náuticos, los cuales, de cuando en cuando, dejan ver sus destrezas en las aguas de la Bahía de Concepción. Precisamente, el pasado fin de semana se desarrolló frente a la ciudad puerto la tradicional regata en conmemoración del Combate Naval de Angamos, actividad en la que la Escuela de Grumetes de la Armada tuvo una destacada participación.

Estos jóvenes marinos, que actúan como uno solo sobre el yate, han aprendido de uno de los mejores: el suboficial mayor (r) Carlos Sánchez Ramírez. Experto en Maniobras, trabaja actualmente en la instrucción de estas materias a los jóvenes grumetes del plantel ubicado en la Isla Quiriquina de Talcahuano.

Carlos Sánchez Ramírez ingresó el 8 de febrero de 1980 a la Armada y se retiró el 1° de abril de 2015. Es originario del sector Las Salinas de Talcahuano y hace 33 años que está casado con María Angélica Mardones con la que tiene tres hijos: Carla (30), María Fernanda (24) y Carlos Luis (21). Éste último estudia en la Escuela de Grumetes.

"Como mi especialidad va relacionada con las maniobras, aprendemos bastante sobre yates y embarcaciones menores", señala.

En 1993 llegó a trabajar a la Escuela de Grumetes "Alejandro Navarrete Cisterna". En este plantel comenzó a ligarse a las competencias náuticas. "Ahí corrían unos yates que eran de madera. Eran muy buenos. Lamentablemente se perdieron para el tsunami de 2010", indica.

gaviota azul

Durante la regata en conmemoración del 136° aniversario del Combate Naval de Angamos, el suboficial mayor (r) Carlos Sánchez Ramírez se encontraba al frente de los 10 tripulantes del yate "Gaviota Azul". "Acá, en la escuela, tenemos que enseñar a los grumetes a realizar cada una de las maniobras y que aprendan a hacerlas de la mejor forma posible", manifesta.

Cabe señalar que el "Gaviota Azul" es un yate construido en los años 80 y tiene un valor aproximado de US$45.000 ($35.000.000). Tiene 11 metros de largo, por 2,5 de ancho (manga). El mástil tiene una altura de 18 metros y es de procedencia norteamericana.

El capitán de la embarcación explica que cada integrante tiene una tarea específica que cumplir durante la regata. Uno de estos puestos se llama Proel y es el que se desempeña desde el palo mayor hacia la proa trabajando con las velas Génova y Spinnaker. También está el Palo, que es el que trabaja con todas las maniobras y ayuda a subir las velas.

A ellos se le suman un escota de estribor y otro de babor de la Génova. También está el escota de la vela mayor (ellos realizan los ajustes de los ángulos de las velas con respecto al viento).

Otro de los tripulantes es denominado Piano y su función es entregar y cobrar todas las jarcias (conjunto de los aparejos, cables y cabos de una embarcación) para subir y bajar las velas. "Se llama Piano, porque tiene todo a la mano", señala el capitán.

"Además está el Táctico, que es el que dirige. El que dice: para allá vamos, hagamos esto o lo otro. También se encuentra el Timonel, que solamente se preocupa de timonear la embarcación", agrega.

"Me gusta mucho lo que hago con respecto a la vela. Para mí fue un tremendo honor el haber ingresado nuevamente a la Escuela de Grumetes para ser profesor de Marinería y entregar las experiencias que hemos tenido durante todos estos años a los jóvenes que se están ingresando recién a nuestra Armada de Chile", sostiene el profesor que le hace clases a seis cursos (cada uno compuesto por 25 grumetes).

El próximo desafío que tiene el capitán del yate, que obtuvo el primer lugar en la regata Combate Naval de Angamos, es la tradicional Regata de Chiloé. "Se realizará en enero del próximo año y sería bastante importante para nuestra escuela poder representarla lo mejor posible", sostiene.

A propósito de la isla sureña, Sánchez recuerda una anécdota. "Cuando fuimos a Chiloé el año pasado, íbamos a salir a practicar y se me olvidó llevar la vela mayor y al día siguiente comenzábamos con la competencia. Así que mandé a buscarla a Talcahuano, me la enviaron por Chilexpress y llegó en la mañana siguiente. Gracias a ello pudimos iniciar la competencia", manifiesta el profesor que en esa competencia obtuvo el cuarto lugar.

los vientos

En cuanto a las características de la Bahía de Concepción para las competencias de yates, el capitán sostuvo que es una de las mejores de Chile. "Es muy buena, debido a sus características de vientos, que son constantes. Si bien es cierto sale a veces un (viento) sur muy fuerte, pero no hace olas, por lo que la hace agradable para la navegación", explica.

En relación a las regatas, en general, el capitán de la "Gaviota Azul" explicó que "generalmente se hacen de barlovento (de donde viene el viento) a sotavento (donde sale el viento). Pero uno no puede irse directamente hacia el viento, no hay ningún yate que navegue directamente hacia el viento con vela, entonces uno tiene que buscarlo a más o menos 45°, que es lo máximo que uno puede navegar contra el viento, eso es lo que se llama ceñir o navegar en zig-zag".

El profesor añade que "cuando uno ya va a favor del viento puede usar el Spinnaker (vela) la que le da mayor velocidad, es bastante complicada trabajarla, durante esta regata tuve la experiencia de que el joven que la tuvo que llevar y el que la izó lo hicieron por primera vez y les salió bastante bien", indica con orgullo.

La preparación la hacen dentro el tiempo de seleccionado en la Escuela de Grumetes. "No hemos tenido la ocasión de entrenar mucho, porque los yates venían recién saliendo de una mantención que se les hace anualmente", dijo Sánchez.

Los miércoles y viernes desde las tres de la tarde hasta las cinco y media entrenan siempre y cuando las condiciones climáticas se los permita.

En cuanto a las maniobras más complicadas, señala que éstas son "cuando se da vuelta en las boyas o en la largada, ya que todos quieren salir primero y se pueden producir accidentes".

regata

En el marco conmemorativo de las actividades del 136º aniversario del Combate Naval de Angamos, batalla en que los buques de la Escuadra Nacional dieron captura al Blindado "Huáscar" el 8 de octubre de 1879, la Comandancia en Jefe de la Segunda Zona Naval organizó una actividad náutica de vela mayor.

Esta regata tuvo como punto de largada y llegada el RH "Huáscar". Durante su desarrollo las 13 tripulaciones debieron cumplir con un recorrido barlovento-sotavento, triángulo de marcas fijas establecido entre el Faro Belén, la boya Margit y la boya Huáscar y recorrieron una distancia aproximada de 12 millas.

Además de competir en la zona, el 2010 participó en la Regata de Frutillar, donde obtuvo el primer lugar en la Clase Clásicos con el yate "Cabo Tamar". "Esa embarcación se perdió durante una marejada de 2010 en Valparaíso, se partió en dos", cuenta el suboficial mayor (r) Sánchez. J