Asómbrese con las postales que puede entregar el Cerro Caracol
mario.saavedra@estrellaconce.cl
El verdor del Cerro Caracol guarda cientos de secretos, hitos e historias que están ahí, disponibles, para que cualquier penquista los aprenda y comparta con sus seres queridos. Basta un par de horas para recorrerlo y hallar postales envidiables, dignas de enmarcar. Y, lo mejor de todo, a sólo pasos del centro.
Para ir en familia
Su visita en familia es un panorama ideal, gratuito y saludable. Para entusiasmarlo, La Estrella hizo un pequeño recorrido para recordarle por qué es una de las picadas turísticas que no puede dejar de visitar en la ciudad.
Entre los árboles, matorrales y rincones del cerro, se oculta una gran cantidad de especies. Con paciencia, atención y un poco de sigilo, incluso podría observar y fotografiar aves del bosque, como el chucao, churrín y también el raro chuncho (Glacidium Nanun), cuya fotografía acompaña estas letras.
Hasta hace un tiempo, muchos penquistas relegaban un poco el paseo al Cerro Caracol y al Parque Ecuador. Le echaban la culpa a hechos delictuales, especialmente. Sin embargo, el municipio, Carabineros y el equipo que resguarda los senderos, se han preocupado de que la imagen del sector haya cambiado.
No pasan más de diez minutos sin que un guardia motorizado pase junto a los visitantes mientras ascienden los caminos de piedra que serpentean el macizo. Con su vigilancia se busca entregar seguridad a los turistas, mientras utilizan sus cámaras fotográficas y celulares, preocupándose únicamente del resultado de las instantáneas.
Hay que cuidarlo
Cabe señalar que, desde que se empezó a concretar el nuevo concepto de Parque Metropolitano, se han remodelado los miradores. Constantemente hay gente limpiando y manteniendo las plantas ornamentales en los accesos. También se habilitaron baños públicos para comodidad de los turistas.
Por ello, el llamado es a que los penquistas cuiden lo que tienen. Que enseñen a los niños a respetar la naturaleza y el trabajo de quienes la conservan así. Por ello, los funcionarios piden que no boten basura y que cuiden el agua potable disponible en el recorrido. Otra cosa, explicaron en el parque, es que hay que poner ojo con los incendios. El año pasado hubo una seguidilla y gran parte de los siniestros fueron por acción humana.
Una de las cosas que están extrañando, según los visitantes, es un poco de señalética o información respecto a lo que se puede hallar en el Caracol. Echan de menos letreros con los nombres de los árboles o especies, así como también reseñas históricas con los sucesos que recuerdan las ruinas del cerro. J