El día en que el símbolo navalino se convirtió en Historia Estrella
Deportes La Estrella
Son las 4.30 de la tarde y el histórico puntero derecho de Naval,Óscar "Jurel" Herrera, el último gran ídolo del Ancla, se sube a uno de los microbuses que tienen recorrido por el puerto. El chofer lo reconoce, lo quiere hacer pasar, pero él paga su pasaje y se sienta en uno de los puestos. Va hacer trámites hogareños, siempre vestido con el buzo del club de sus amores, mientras que las personas de más edad, lo distinguen, lo saludan y le expresan frases de cariño respeto y admiración.
"Agradezco a la gente ya Talcahuano. Es emocionante como las personas de todas las generaciones te aplauden y te paran a darte las gracias. Me siento orgulloso de los 17 años que estuve vinculado como jugador con el club de mis amores. Soy hijo ilustre de Talcahuano desde el '81 y agradezco ser un chorero", dijo un emocionado Jurel Herreraa La Estrella, donde aprovechó de contar anécdotas y las claves del plantel 2013 de Naval, ese que tiene claras chances de pelear por un puesto en el fútbol de honor nacional.
Ya han pasado 3 años desde que la dirigencia que encabeza Fernando Rojas, Felipe Lazcano (en esos años) y Gilberto Araya designaran a la leyenda navalina como coordinador deportivo del primer equipo, opción que él tomó a la primera, sin pensarlo si quiera un segundo, pues sólo quería volver al fútbol y qué mejor que hacerlo en la institución de la cual es hincha fanático.
"Lo primero, es agradecer a la dirigencia de Naval por la oportunidad de volver al fútbol, en este caso, como coordinador. Tengo la oportunidad de ayudar a Marcelo (Miranda actual deté del Ancla) aunque node manera oficial, ya queno tengo mi curso de técnico aún, pero lo hago igual y con gusto. Lo hice con Víctor (Merello), ambos son excelentes personas, nunca he tenido ningún tipo de problema con ninguno de los dos. Me he desempeñado con el mayor de los respetos por todos en esta institución. Me gusta lo que hago, quizás no sobre la plata, pero lo hago por amor a Naval", declaró el ex jugador.
El incombustible Jurel, siempre recibe cariño y su estatus de ídolo del cuadrodel cañoncito se lo tiene ganado con propiedad, después de vestir toda una vida sus colores y calzarse en 23 ocasiones la camiseta nacional donde participó en dos Copa América, anotó un gol y se despachó larecordada asistencia desde la banda derecha a Carlos Caszely para que el "rey del metro cuadrado" anotara el 2-0 ante Ecuador, lance vital en la clasificación al Mundial de España 82, donde Herrera no pudo asistir por una lesión, el episodio más triste de su intachable carrera futbolística.
EL SUEÑO
Pero como elmismo Óscar Herrera lo ha dicho, él no es de esos que se queda pegado en sus glorias pasadas y sólo tiene en mente una cosa, ver a Naval en la máxima categoría del fútbol nacional y la actual campaña del cuadro albiazul, le ayuda a que ese sueño esté cerca de ser una realidad.
"No hay tanta diferencia entre este plantel y los anteriores, además hace rato que estamos peleando seriamente la opción de subir. Tal vez no tenemos tremendo equipo en lo que se refiere a las individualidades, pero los jugadores que están y que llegan a Naval, corren, mojan la camiseta y luchan cada balón como si fuera el último. También son un grupo muy humano y unido, siempre preocupados por las familias desus compañeros, se traen regalos cuando algunos de los hijos está de cumpleaños, esos son factores que marcan la diferencia", despachó el último gran emblema navalino.
El Jurel saca pecho cuando habla de su equipo, es puro orgullo y sobre todo cuando destaca el hecho de que en la institución trabajan con humildad y sin mayores fanfarrias, en silencio y seriamente.
"Con Marcelo Miranda siempre ha habido una muy buena relación. Él (Miranda) siempre me pone de ejemplo ante los jugadores, ellos me tienen respeto, cariño y saben lo que fui como jugador y lo que represento para Naval", sostuvo el ex puntero derecho.
Además, el coordinador deportivo del primer equipo entregó las claves para mantener al Ancla luchando y dando la pelea por el ascenso con opciones concretas de lograrlo.
"El respeto es el baluarte de este equipo, la humildad y el trabajo minucioso, serio y tranquilo. Nosotros nunca hemos dicho que armamos los equipos para subir a Primera División, otros se han llenado la boca diciéndolo y están lejos del objetivo, nosotros calladitos hemos luchado por las opciones de subir en los últimos años", explicó Herrera.
SENTIMIENTO NAVALINO
La identificación del "Jurel" con el Ancla, no es un simple discurso, Óscar Herrera siente los colores como si fueran parte de su piel, respira y come sentimiento navalino.
"Parami Naval es todo, siempre ha sido todo. El club me dio la oportunidad de desarrollarme como jugador y como persona. Lo único que quiero es ver a Naval en Primera (División) y no voy adescansar ni a estar tranquilo hasta que eso ocurra", declaró el último buque insignia navalino.
Cómo buen hincha albiazul, Herrera tiene una gran pena la cual tiene que ver con la ausencia del emblemático cañoncito que celebrara cada gol de Naval, el que tuvo que ausentarse de El Morro por la ley Estadio Seguro, pero confía en que las autoridades reaccionarán y tomarán en consideración que el pequeño cañón vuelva a sonar en el estadio chorero.
"Es triste no escuchar el cañoncito en cada gol de Naval, ojalá vuelva por que es un símbolo del club de mas de 40 o 50 años. Si te pones a pensar ¿a quién daña el cañoncito? A nadie, debieran considerar la opción de que pueda volver, sería lindo", despachó el Jurel.
REGALONES
En su cargo de coordinador del primer equipo, Herrera interactúa y se relaciona mucho con los jugadores, es por eso que tiene a uno que otro regalón con los que comparte una amistad basada en la admiración y respeto mutuo.
"El turquito Aseff es uno de los regalones, Jaime (Barrientos), Andy (Lacroix) y Salgado son los otros, pero eso no quiere decir que no le tenga cariño a los demás, pero con ellos son con los que más hablamos. Le doy consejos, le ayudo lo que más puedo y ello reconocen lo que fue uno como jugador, por eso me escuchan y me respetan, la ver- dad es que hay un buen ambiente en el camarín, Marcelo Miranda se ha preocupado de que la unión grupal y el compañerismo predomine", dijo Herrera, el que disfruta de su trabajo en el club de sus amores, pues dice que se siente realizado y que de uno u otra forma vuelve a vivir las emociones que vivió en sus gloriosos años como exitoso futbolista. J