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Funcionarios de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe) de la PDI de Concepción, aprehendieron en horas de la mañana de ayer a dos hombres y una mujer, quienes están siendo investigados por el ataque incendiario que afectó en junio pasado al fundo San Guillermo en el sector de Quelihue, en Cañete.

Se trata de dos hermanos, los que quedaron tras las rejas luego de ser formalizados como autores del atentado ocurrido el pasado 28 de junio en la localidad distante a unos 8 kilómetros al poniente de Cañete; y una prima de ambos, quien presenta un embarazo de 25 semanas, la quedó con firma semanal.

Según la fiscalía, los hermanos, de 25 y 24 años, formarían parte de los cerca de 40 encapuchados que quemaron maquinaria agrícola e incendiaron galpones, dejando pérdidas por más de 500 millones de pesos. "Se logró establecer que estas personas estaban ahí el día en que se registró el ataque. Fueron reconocidos por testigos presenciales y además había víctimas que los conocían de antes", afirmó el fiscal Juan Yáñez.

La prima de estos comuneros mapuche, que fueron detenidos por la PDI tras el allanamiento de su hogar, quedó con firma semanal ante Carabineros, prohibición de acercarse a las víctimas y de comunicarse con la familia de sus primos. "Esta joven fue reconocida porque su esposo instaló las cámaras de seguridad en el predio agrícola y fue vista por testigos presenciales", agregó el persecutor. Por razones humanitarias, producto de su embarazo, no se pidió la cárcel, pero deberá enfrentar el proceso judicial.

Junto a la detención de estas tres personas se logró incautar tres armas de fuego y municiones. "Hay armas que van a ser periciadas por el Laboratorio de Criminalística porque hay un tipo de proyectil que pudo haber sido utilizado en un ataque posterior", dijo el subprefecto Cristian Makuc. De hecho, en la audiencia se precisó que se trata de una bala calibre 22, similar a la utilizada en un ataque a tiros en días posteriores al mismo predio.

Para la defensa los estándares de pruebas contra sus clientes son muy débiles. "Nadie los identificó el día del ataque, sino que pasaron varias semanas para que recién, en base a conversaciones y rumores, la fiscalía los sindicara como autores de este hecho. Yo creo que vamos apelar", señaló el abogado defensor, Alejandro Vera. J