Así trabajan en la lavandería más grande del sur de Chile
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Un total de 50 auxiliares de servicio del Hospital Clínico Regional de Concepción dan vida a la lavandería de ropa más grande del sur de Chile. Esta unidad cuenta con 4 lavadoras, 3 de las cuales tienen capacidad de 200 kilos. También disponen de 6 secadoras de 50 kilos cada una.
Alejandro Dumas es el jefe de la Unidad de Lavandería y Ropería del Hospital Regional, cargo que ostenta desde 1993, fecha en que se modernizaron las máquinas de dicha sección. Sin embargo, Dumas llegó a trabajar al recinto asistencial en 1977 como coordinador de Movilización.
"A raíz de que la lavandería fue modernizada mediante el crédito alemán y se trajo maquinaria semi automática de origen norteamericano, ya van a cumplir 22 años de trabajo y han lavado más de 20 millones de kilos de ropa", señaló el encargado.
Las lavadoras son semi automáticas de doble puerta. "Es necesario separar la manipulación de la ropa sucia del procesamiento limpio para evitar la recontaminación", explica.
Cabe recalcar que el Hospital Regional cuenta con su propia lavandería y ropería. "No todos los hospitales tienen una lavadería, pero si todos deben tener una ropería", señaló Dumas a La Estrella.
El jefe de la unidad añadió que "si consideramos que ningún hospital de Santiago tiene lavandería, ya que todos compran el servicio y éste es a nivel nacional, de acuerdo al número de camas (unas 900) sería el más grande y complejo del país".
La ropa se lava en cantidades industriales. Todos los días ingresan a las lavadoras entre 3.800 a 4.000 kilos de prendas. "El año pasado aquí se lavaron 1.240.00 mil kilos", agregó Dumas.
Antes de la modernización de esta unidad, los procesos de lavado no eran muy rigurosos. La ropa no era separada por color, tela o grado de suciedad, como se hace en la actualidad, sino que se lavaba por servicio de procedencia, la que era llamada ropa chica, como los delantales de los médicos se lavaban a mano en una pileta.
proceso
La ropa sucia llega por un ducto que está en el mismo edificio, el cual permite que las prendas sean arrojadas y llegan al sector sucio de la lavandería.
"Desde el punto de vista sanitario es necesario que exista la menos acumulación de ropa sucia posible, así que se ponen en bolsas o en carros herméticos. Luego se separan según su procedencia y se prepara para ingresar a las lavadoras. Considerando que el lavado es industrial, la ropa se separa según los grados de suciedad, tipos de tela, si es de color o no y de acuerdo a eso se hace el proceso correspondiente", explica Dumas.
En el proceso se utilizan 5 productos químicos. "La acción de los desmugradores, detergentes, cloro y la temperatura que se aplica, en sí contituyen un proceso sanitizante que hace que la ropa salga lista para ser utilizada", dijo.
"Proveemos de ropa a la parte clínica, que es donde están las camas, que están fundamentalmente en el monoblock y a las Unidades de Pacientes Críticos que están en la torre y a pabellones. En los policlínicos las cantidades son menores", explica.
El jefe de dicha unidad recordó un episodio anecdótico: "Cuando se modernizó la lavandería (1993) hubo que improvisar lugares para secar la ropa, entonces se compraron 1000 metros de cables, maderas y se instalaron secadoras, donde ahora está Alimentación. Antes, ése lugar era un patio y helipuerto. Un día estábamos trabajando cuando se escuchó un ruido extraño y era el helicópetro que traía un paciente grave, así que todos los que estaban en el entorno salieron rápidamente a sacar toda la ropa los postes de madera y los cables", recordó.
Durante enero y febrero disminuye un poco el trabajo de esta unidad. "Las personas se enferman menos por ser verano, en marzo llegan todos a trabajar entran a clases y aumenta el ritmo nuevamente", manifestó.
La lavandería funciona toda la semana, desde las 7:00 a las 18:00 horas.
"Para el terremoto del 2010 quedaron los estanques de agua de reserva y se cortó la energía eléctrica, por lo tanto, no estábamos capacitados para lavar, pero mucha gente se fue de forma espontánea y por otro lado se dio de alta a un número importante de personas. Entonces la necesidad de ropa disminuyó notablemente y no era la principal preocupación en ese momento, pero a los 2 días llegó la luz", señaló.
Tras la catástrofe natural hubo otros recintos asistenciales que enviaron sus ropas sucias a la lavandería del Hospital Regional. "Se vino a lavar aquí desde el Hospital Las Higueras, Lota, Coronel y de las clínicas privadas", señala.
costura
Además, en esta área del Regional funciona el taller de costura, donde se reparan y además se confeccionan sábanas para los pacientes, envoltorios y ropa para los pabellones, entre otras cosas.
Una vez que se lavó, secó y planchó, la ropa va al proceso de doblado y cuando hay alguna prenda que está muy gastada, por el deterioro que se provoca por la acción mecánica del lavado, pierde su vida útil o va al taller de costura.
Un total de 7 personas trabajan en esta unidad, desde las 8:00 a las 17:00 horas, donde operan 6 máquinas de coser del tipo industrial.
Ellos ven las prendas que se van de baja y se repone con ropa que se confecciona ahí, cómo sábanas, cubrecamas, cortinas y pañales, entre otras.
Algunas se van con los pacientes cuando los trasladan a otros hospitales, alguna de ellas retornan y otras no.
El principal desafío que se viene para esta unidad explicó Dumas es "desarrollar un proyecto que modernice la lavandería, ya que las máquinas cumplieron hace rato su vida útil. Tienen 22 años y eran para 10, pero gracias a la capacidad y compromiso de nuestro personal son las únicas de esta marca que están paradas", explica.
En cuanto a la inversión necesario para modernizar las máquinas, Dumas señaló que "creo que la inversión superaría el millón de dólares. La inversión que se efectuó en 1994 fue de unos 750.000 dólares".
Otra funcionaria que juega un rol fundamental es Iris Orellana, quien es la subjefa de la Sección de Ropería y ellos son los que visten una cama. "Consiste en habitarlas, así las enfermeras encargadas nos llaman y nos dicen que tienen que vesir sus camas, que consiste en entregar sábanas, almohadas, fundas, frazadas, cubrecamas y los colchones, todo lo que es el confort de los pacientes hospitalizados y también nos preocupamos de las ropas con las que inician las operaciones y las que van a esterilización", explica. J