Trabajadores de bencineras no dan más ante violentos asaltos
Gonzalo Cifuentes Uribe
Enrejadas es posible ver a algunas estaciones de servicio del Gran Concepción para poder hacer frente a la delincuencia. La muerte a tiros de un empresario penquista durante un asalto a una bencinera en Recoleta no dejó a nadie indiferente y puso en evidencia, en términos de seguridad, la vulnerabilidad en que se encuentra la mayoría de estos recintos, cuyos trabajadores han sido más de una vez víctimas de atracos.
"Una vez a un colega lo asaltaron y le partieron la cabeza porque no quedaron conformes con la plata que entregó", señaló José Cereceda, bombero de un servicentro de Hualpén.
A Jorge Monje, en tanto, le tocó presenciar un asalto sufrido el pasado 5 de mayo por una bencinera ubicada en la población Lomas de San Sebastián de Concepción. "Pasadas las 3 de la mañana llegó una camioneta con tres personas. Trataron de reventar la puerta de la bodega, pero no pudieron. Después entraron al Punto (minimarket) y ahí se llevaron todo lo que pudieron", contó.
"Lamentablemente ya nos acostumbramos a estas situaciones. Así es el trabajo y no hay mucho que hacer al respecto", agregó resignado Alexis Salazar, otro trabajador de estos recintos de servicios.
Salazar agregó que no sólo ellos son víctimas de estos hechos, sino que los clientes igual han sufrido con la delincuencia. "Hace unas semanas, un hombre estaba echando aire a las ruedas de su vehículo y de repente le intentaron robar el auto. Alcanzamos a darnos cuenta y entre todos lo detuvimos", contó.
"Carabineros viene poco al lugar", declaró por su parte Claudio Carrera, funcionario de un servicentro del sector Palomares. "La carretera que está acá al frente es un arma de doble filo. Carabineros puede llegar rápido, pero los delincuentes arrancan con la misma facilidad", agregó.
La poca seguridad que sienten los empleados la reafirma Nicolás Sepúlveda, quien trabaja en la venta de combustible en una estación de servicio de Hualpén. "No me da tranquilidad que Carabineros pase una vez por noche. De hecho, a veces se estacionan cerca, pero aún así da miedo, porque los asaltos pasan en cosa de segundos", declaró.
A pesar del temor, Sepúlveda dijo que si tiene la posibilidad de defenderse, lo hará, ya que, según indicó, "lo peor que uno puede hacer es demostrarse temeroso. Uno tiene que hacerse respetar y demostrar seguridad".
Ricardo Concha, funcionario de una estación de servicio del centro penquista, sostuvo a su vez que el cuidado debe ser personal. "Uno como bombero ya conoce a sus clientes, sobre todo los que andan en la noche", argumentó, añadiendo que "no atiendo a personas desconocidas o sospechosas. Prefiero perder un cliente a exponerme a un asalto". Ricardo Concha aprendió esa lección después de sufrir un episodio delictual a punta de cuchillos y pistolas.
Otro problema recurrente, según el trabajador, es la droga, ya que llegan muchos consumidores de pasta base a pedir plata y a molestar a los clientes. "A la larga igual es un riesgo para nosotros por la inestabilidad de esas personas", confesó.
Buscan soluciones
Como táctica para evitar los hechos delictuales, algunas estaciones de servicio han invertido en la colocación de elementos de seguridad.
Por ejemplo, en la citada bencinera de Lomas de San Sebastián señalaron que mantienen una constante comunicación con Carabineros, los que les informan acerca de vehículos que están encargados por robo y que podrían estar siendo utilizados para asaltar. Los bomberos tienen una lista con estos móviles para prevenir algún incidente y dar aviso a tiempo.
Otro caso similar ocurre en una estación situada frente al colegio Sagrados Corazones. Allí, sus trabajadores recibieron la instrucción de no aceptar pagos en efectivo entre las 21.00 y las 7.00 horas: sólo atienden con tarjetas para evitar que los bomberos porten dinero y sean asaltados. En otro servicentro, en calle Colón con Cañete, además de no recibir efectivo en la noche contrataron a un guardia de seguridad. J
"Lamentablemente nos acostumbramos a estas situaciones",
Alexis Salazar, trabajador de estación de servicio de Hualpén.
No sólo robos con armas sufren los bomberos en estaciones de servicio, sino que también les hacen "perro muerto". José Cereceda, trabajador de una bencinera en Hualpén, contó que "en las últimas semanas se han arrancado tres veces con el estanque lleno". "Se siente impotencia al no poder hacer nada", añadió.y cuestionó el actuar de Carabineros en este tipo de incidentes.
"Lo peor que se
puede hacer es
mostrar miedo.
Hay que hacerse
respetar y
mostrar
seguridad"
Nicolás Sepúlveda,