Gonzalo Cifuentes Uribe
Para las fiestas patrias, no son pocos los enfiestados que, haciendo caso a la máxima de "si va a beber no conduzcas", optan por movilizarse en la locomoción colectiva. Sin embargo, cuando algunos se han pasado un poco en las copas, suelen surgir algunos problemas como los que detallan conductores del Gran Concepción, que siguen movilizando a los chilenos durante el feriado de Fiestas Patrias.
Luis Espinoza, quien trabaja como chofer hace nueve años, trata de ser cuidadoso al respecto. "Siempre trato de evitar subir a la máquina a personas ebrias, pero hay veces que uno se da cuenta tarde. Ahí sólo queda esperar que se porten bien", señaló.
En ese contexto contó que la noche del jueves último "se subieron unos jóvenes que se veían tranquilos, pero se pusieron a fumar arriba de la máquina. Después sacaron una caja de vino y empezaron a molestar a los pasajeros". Ahí tuvo que imponer su carácter y expulsarlos del bus a mitad del viaje.
peor en la mañana
Alejandro Portiño, quien conduce todos los días desde Chiguayante al terminal de buses, no está ajeno a esas situaciones. "Las mañanas son las peores porque andan todos con la caña", dijo y recordó que una vez "un hombre me vomitó la máquina, pero no me di cuenta hasta llegar al terminal. De haberlo notado lo hacía limpiar o no se bajaba".
También recordó haber tenido que tratar con pasajeros totalmente desorientados producto del alcohol. "Se dieron un par de vueltas arriba de la micro", contó riendo.
Tomarlo con calma
En sus 28 años tras el volante, Héctor Torres se considerada con suerte por no haber tenido que lidiar con este tipo de experiencias. Para él la clave es "tener buen trato y ser amable. Si me muestro pesado es más probable que hagan algo. Hay que dejarlos tranquilos".
Rodrigo Gallardo, auxiliar de buses interurbanos, también se toma las cosas con calma y prefiere evitar malos ratos.
A pesar de su carácter tranquilo, señala que "una vez vomitaron justo en la reja de aire acondicionado. El olor se expandía por todos lados". Ahí debió expulsar al pasajero para mantener la calma en su puesto de trabajo. J