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Iván Endre se negó a tomar un Lota Schwager con los sueldos impagos

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Carlos Paz Durán

Otro espejismo en el mineral. En nada quedó la llegada de Iván Endre a la dirección técnica de Lota Schwager, y no por un desacuerdo de última hora con su gerente deportivo Bernardo Ulloa, sino por la precaria situación financiera que vive el plantel a sólo dos meses de haber iniciado los entrenamientos, y a uno de haber dado el vamos al torneo de Segunda División.

"Los jugadores llevan un mes con los sueldos impagos. ¿Qué voy a llegar a hacer en esas condiciones? Por eso no tomé el cargo", señaló el ariqueño, quien en la mañana de ayer estuvo presente en el entrenamiento que la Lamparita realizó en el Municipal de Lota, pero sólo para observar desde la tribuna... y para conversar largamente con Ulloa, al igual que con Pablo Ríos, quien iba a ser su ayudante técnico.

"El problema de Lota no es Ulloa, sino los hermanos Valdés", expresó Endre, quien recalcó que el gerente deportivo "hizo todos los esfuerzos para que yo llegara. Él no tiene la culpa de que eso no se concretara".

Sobre la posibilidad de que cambie de opinión si en los próximos días los futbolistas reciben sus sueldos, indicó que "no me cierro a nada, pero tendrían que presentarme un proyecto consistente y sólido, especialmente en lo económico. ¿Qué sentido tendría que ahora se cancelen los dineros si en uno o dos meses más ese tipo de inconveniente vuelve a aparecer?".

"El hincha de Lota Schwager me trató muy bien durante los cuatro meses que estuve a cargo del equipo en Primera B. Me gustaría darle alegrías, pero por ahora no están las condiciones", agregó el radicado en Talcahuano, donde está a la espera de club para volver a dirigir. J