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Damnificados por explosión recordaron la trágica tarde

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Gonzalo Cifuentes Uribe

Alfonso Guevara, de 28 años, estaba concentrado en un videojuego cuando una explosión lo hizo saltar junto a su abuela de 72.

El joven es acreedor de una gran colección de juegos. Desde el primer Nintendo hasta la última Xbox que salió al mercado, además de cientos de juegos. Según él, tiene más de 300 en su estantería, que se vio afectada por la onda expansiva.

"Siempre me preocupo de mantener todo limpio, pero la explosión dejó la embarrada" declaró.

Guevara vive a unos 400 metros del lugar y señaló que se sintió como un terremoto, ya que el fortísimo ruido fue acompañado de un movimento brusco que sacudió la tierra y, por lo tanto, todas sus cosas.

"Afortunadamente no hubo ningún daño en mis cosas. Las consolas y juegos se salvaron" señaló el joven que inició su colección hace más de 20 años.

Vidrios quebrados, ventanas descuadradas y grietas se pueden apreciar en su casa. A pesar de lo anterior, sigue viviendo allí.

Vecinos afectados

Cinco fueron las casas destruidas producto de la onda expansiva o por materiales que emanaron desde el contenedor metálico.

Una de ellas la de José Poblete, que no se encontraba en su domicilio cuando sucedió el incidente. Su hogar, que estaba a 30 metros de la explosión, resultó totalmente destruido producto del impacto y por partes de maquinaria que impactaron su hogar y una bodega en la que guardaba leña y cosas antiguas.

"La casa se perdió totalmente, no se puede ni dormir en ella" declaró el poblador, mientras observaba su vivienda totalmente destruida.

Poblete señaló que desconocía lo que se almacenaba en el contenedor, pero de haber sadido hubiese informado a las autoridades respectivas.

El alivio de José Poblete sólo es que su casa se encontraba vacía, por lo que se salvó de una tragedia mayor. Ahora sólo piensa en la forma de volver rápidamente a la normalidad. "La vida sigue y estas cosas siempre pasan. Espero que se solucione luego" señaló con visibles muestras de resignación.

A 30 metros de ahí está la casa de veraneo de la familia Herrera.

"Uno viene al campo para relajarse y sacarse el estrés de la semana. Nunca nos imaginamos que pudiera pasar algo así" dijo Jorge Herrera.

Su familia, como indicó, es chica pero muy unida, por lo que suelen ir constantemente hacia allá para pasar el fin de semana y compartir. Aún un poco afectado, relató los primeros instantes luego de la explosión.

"Vimos el fuego y al tiro pensamos en ir a ayudar. Agarramos las mangueras e ibamos en camino para apagar el fuego, pero un vecino nos advirtió que no nos acerquemos. A los minutos fue la segunda explosión. Pudimos haber muerto" advirtió.

El daño que se produjo allí no fue sólo en la vivienda. Una bomba hidraulica voló desde el lugar de la explosión y cayó sobre la camioneta de Cecilio Herrera, su padre, que estaba estacionada a metros de la casa. Perdida total, pero pudo ser peor.

"Cuando empezó todo, mi padre quería mover la camioneta. Mi mamá le dijo que no, se detuvo a dos metros e inmediatamente cayó la máquina" contó.

Además de los daños materiales, una menor de edad fue empujada 10 metros por la onda expansiva.

"Afortunadamente sólo fue el golpe y ya está bien. El susto fue grande" afirmó Ricardo Molina, padre de la menor.

También señaló que "el daño físico no fue grave pero ahora viene lo otro. Tengo dos hijas y quedaron impactados con la situación. Me dijeron que no quieren venir nunca más para acá por el miedo que sintieron ayer". La familia no descartó tomar acciones legales contra los que resulten responsables del hecho ocurrido la tarde del domingo.

ayuda y soluciones

La municipalidad de Quillón hizo entrega de frazadas y colchonetas para que los afectados pudieran dormir. Hasta ayer, se hospedaban en casas de vecinos.

Además, el municipio canalizó a través de la junta de vecinos la entrega de bidones con agua para las familias afectadas.

Juan Merino, presidente de la entidad vecinal, señaló que harán todo lo posible para acelerar la entrega de una vivienda provisoria y que "no se deberían almacenar materiales peligrosos sin informar a las autoridades y la comunidad".

Por otra parte, la solución habitacional definitiva será a través de subsidios por parte del Estado.

Óscar Crisóstomo, delegado provincial del Serviu dijo que "visitamos en terreno a las familias afectadas para segurar la atención inmediata y evaluar daños".

También señaló que el Serviu no puede hacerse cargo de casas de veraneo, por lo que sólo entregarán soluciones, a mediano plazo, a tres familias.

La solución habitacional inmediata correrá por cuenta del municipio.

Investigación

Durante toda la mañana de ayer, personal de Labocar estuvieron realizando peritajes en el sitio del suceso.

Hasta el cierre de esta edición, aún no se había determinado que materiales se almacenaban en el contenedor ni qué provocó el incendio y posterior explosión.

En tanto, la fiscalía llamó a declarar a Juan Barriga, dueño del predio y familiar de un afectado.

Lo anterior lo ratificó el dueño del predio que, visiblemente afectado, aseguró que "lo más importante es solucionar el problema de los vecinos".

Sobre el contenido que guardaba no se quiso referir y señaló que es un tema que maneja su abogado por ser materia de investigación. J

Los vecinos afectados relataron a La Estrella, que durante la mañana del lunes fueron visitados por Juan Barriga.

Contaron que el dueño del predio asumió la responsabilidad por el hecho y se compometió a asumir los gastos para reparar los daños producto de la explosión en Canchillas, a 13 km de Quillón.

José Poblete dijo que "es importante que nos haya venido a ver, pero ojalá todo se arregle pronto".

"Nos acercamos a ayudar sin saber qué explotaría el contenedor. Pudimos morir"

Jorge Herrera