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Al tener dinero ahorrado uno de los cuestionamientos que pueden tener las personas es si seguir manteniendo su capital guardado, considerando la actual situación económica o inventir un porcentaje. La Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) explica que dependiendo de factores como la edad y nivel de conocimientos del mercado financiero existen diferentes perfiles de inversionistas.
El portal de educación de la entidad explica que "saber cuáles son las necesidades y objetivos de inversión actuales, cuál es el horizonte de inversión, la disponibilidad con la que necesitará el dinero, el nivel de riesgo con el que se siente más cómodo, ayuda a definir el perfil del inversionista".
Los inversionistas, según la SVS, se calificarían básicamente en tres grupos:
Se refiere a quienes son menos tolerantes al riesgo y aprecian la seguridad. En esta categoría se optará por instrumentos de inversión en los se tengan ciertas garantías de que no perderá parte o todo el dinero que se pretende invertir. No importará que las ganancias obtenidas sean bajas.
Entre las principales alternativas se bajarán inyectar fondos en instrumentos , como títulos de deuda, depósitos a plazo o cuentas de ahorros, porque puede saber la rentabilidad que tendrán al adquirirlos. En este perfil se pueden encontrar personas de todo tipo, desde jóvenes con sus primeros ingresos, hasta trabajadores que piensan jubilar o adultos mayores que se encuentran retirados.
Al igual que la anterior categoría, es una persona modearada en sus decisiones, pero que está dispuesta a tomar ciertos riesgos con el objetivo de aumentar sus ganancias. En este caso se pretende hacer un balance entre rentabilidad y seguridad.
A este perfil pueden pertenecer personas de diferentes edades. Aunque la principal característica es que cuentan con ingresos estables. Se puede optar por invertir en acciones o bonos.
Es aquel inversionista que busca obtener los mayores rendimientos posibles y por ende, está dispuesto a asumir el riesgo que sea necesarios. La Superintendencia advierte que no es recomendable mantener esta actitud de riesgo cuando no se cuenta con la suficiente solvencia, o si se tienen compromisos familiares importantes. J
