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La Pera: contrastante realidad de quienes viven sin lo básico frente al Mall y la Intendencia

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cecilia.bastias@estrellaconce.cl

Hay 155 campamentos en la Región del Bío Bío, más de ocho mil familias, según las cifras de la Fundación Techo Chile. Uno de éstos es La Pera, que quede a un costado del Parque Bicentenario.

"La Pera simboliza, nuestra sociedad que en definitiva crece en algunos ámbitos, pero van quedando muchos atrás. Frente de la Intendencia y del Mall, es un llamado de atención a las autoridades y a los empresarios, a que se den cuenta que no todas las familias viven en las mismas condiciones y que se necesita una transformación estructural", afirma Pedro Cisterna, director regional del Techo.

En este campamento sólo algunas familias están en trabajos para erradicar el lugar, ya que son parte de un plan maestro. "Los demás no están en procesos claros de solución habitacional, esa es la realidad", señala Cisterna.

Esta fundación desarrolló una encuesta sobre el acceso a los servicios básicos, en las que se describe que a nivel nacional existen 34 mil familias que viven en campamentos. "El acceso al alcantarillado en la Región del Bío Bío es del 81%, en el agua potable, el 76%, una de cada cien personas de campamentos llegan a la universidad, la electricidad es de un 48%", detalla el director regional de Techo-Chile.

Ruth Riquelme es la dirigenta del Comité La Pera, que está compuesto por 80 personas. Ella cuenta que hace dos días tuvieron reuniones con personal del Serviu, pues ya van a empezar a trabajar con la gente que tiene subsidio. "Nos están dando opciones y depende de las personas, si lo toman o lo dejan. Nosotros quedamos atrás del proceso de erradicación de Aurora de Chile, quedamos como ocho familias, se supone que íbamos a ser erradicadas para el proyecto Ribera Norte, de ahí nos dieron la opción para irnos a San Pedro de la Costa y nosotros no nos quisimos ir, porque somos los más antiguos", relata de lo que ha sido algo de la historia de este campamento, que lleva 18 años, sumado al histórico Aurora de Chile, que ya cuenta ya con tres generaciones.

"Aquí desde que llegamos solamente nos habían puesto luz, no nos pusieron agua, tenemos fosas negras y de avance ha sido muy poco, seguimos así y nos dejan a un lado", comenta.

La principal problemática que influye en la salud de sus vecinos, según Ruth es la humedad y la basura. "No pasa el camión de la basura por dentro del campamento, y se han ido formando microbasurales, nosotros hemos hablado con la Junta de Vecinos de la Aurora de Chile, y vinieron camiones, pero como no pasa regularmente, la gente vuelve a botar basura ahí mismo", indica, agregando que les faltan contenedores para no tener que vivir en la mugre.

La situación en este campamento, como en los otros 154 de la región, es demasiado precaria, y ciertamente sus habitantes quisieran abandonar esas condiciones, sin embargo las soluciones de vivienda no se dan rápidamente. Por ello es que piden pasar el tiempo que deban permanecer en ese lugar en condiciones más dignas.

"A nosotros nunca nos pusieron agua, cuando nosotros llegamos acá todos los vecinos hicimos arranque que le sacábamos a ferrocarriles, y cuando se fue yendo la gente, hicimos arranques por nuestros medios hacia las casas. Sentimos que estamos más abandonados que el resto, se ve la diferencia", comenta Riquelme.

Su explicación ante la indiferencia es bastante simple. "A lo mejor será porque quieren que nos vayamos luego", dice. "Hemos tocado todos estos temas, que los más grave es la basura, el camino que es horrible, mucha humedad, muchos hoyos que casi no se puede andar. Aquí hay hartos niños con problemas de asma y las personas adultas mayores también tienen muchos problemas bronquiales", describe la dirigenta.

En ese sentido lo que pide Ruth para sus vecinos es que las autoridades se acerquen un poco más. "Que no nos dejen tan abandonados, espero que ahora si van a trabajar con nosotros que se queden más tiempo y trabajen viendo la realidad de cada persona", indica, agregando que una de las quejas más recurrentes de los habitantes es que se sienten solos.

Uno de los históricos en este campamento es Manuel Flores, tiene 70 años y todos esos los ha pasado dentro Aurora de Chile, y hace más cuarenta años que vivo más hacia el territorio que pertenece a La Pera. "Tengo un cargo en el comité, yo trabajo en el apoyo de la Junta de Vecinos Aurora de Chile, y también en beneficio del campamento de La Pera", afirma.

"Como pobladores nos oponemos a la continuidad del Puente Chacabuco, a mí no me afecta directamente, pero tarde o temprano nos van remover. No somos negativos al progreso, pero las autoridades no nos dan una buena solución, porque no queremos irnos de Concepción", comenta Flores.

Cabe señalar que Techo Chile está en su campaña institucional hasta el 6 de septiembre para captar socios y así continuar con la labor que apunta a mejorar el sistema comunitario de redes de apoyo en campamentos como éste. J